Los servicios de emergencia ucranianos siguen buscando a supervivientes entre los escombros de un edificio residencial golpeado por un ataque ruso que provocó al menos siete muertos en la ciudad oriental de Pokrovsk.
"Estamos reanudando la retirada de los escombros. Nos vimos forzados a suspender el trabajo durante la noche por la elevada amenaza de bombardeos", dijo Igor Klimenko, el ministro ucraniano de Interior.
Klimenko dijo que siete personas murieron y 67 resultaron heridas por el ataque con misiles. Entre los heridos hay dos niños, 29 policías y siete rescatistas, detalló el ministro.
Los dos proyectiles, lanzados en un lapso de 40 minutos, dañaron edificios residenciales, un hotel, locales de restauración, tiendas y edificios administrativos, dijo Pavlo Kirilenko, responsable de la administración militar de Donetsk.
Entre los fallecidos figura un alto responsable de los servicios de emergencia de Donetsk, dijo el ministro.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció el lunes que el ataque había afectado un edificio residencial y compartió un video de civiles que ayudaban a socorrer a los heridos. Las imágenes también mostraban un segundo edificio que parecía fuertemente dañado por el impacto.
Pokrovsk, con unos 60 mil habitantes antes de la guerra, se ubica 70 kilómetros al noroeste de la ciudad de Donetsk, controlada por Moscú, y a unos 50 kilómetros del frente.
Rusia presume avance en el este de Ucrania
También en el este del país, Moscú dijo que había avanzado 3 kilómetros en tres días con dirección a Kupyansk, una ciudad situada a 150 kilómetros al norte de Pokrovsk y cerca de la frontera rusa.
Kupyansk y sus alrededores en la región nororiental de Járkov fueron reconquistadas por las tropas ucranianas el pasado septiembre, pero Moscú reanudó su asalto en la zona.
"En los últimos tres días, los soldados rusos realizaron un avance de más de tres kilómetros en esta dirección", dijo el Ministerio de Defensa ruso.
También afirmó que había mejorado sus posiciones a lo largo de la línea del frente y que seguía repeliendo los contraataques ucranianos.
El sábado, las tropas rusas atacaron un centro de transfusión de sangre en Kruglyakivka, cerca de Kupyansk, con una bomba aérea guiada que mató a dos personas e hirió a cuatro, según las autoridades ucranianas.
Otras dos personas murieron en esa localidad por un ataque con cuatro bombas aéreas guiadas, dijo Oleg Sinegubov, responsable de la administración militar de Járkov. A mediados de julio, Ucrania reconoció que estaba en posición defensiva en la zona de Kupyansk por una ofensiva lanzada por Rusia.
Por su parte, Kiev inició en junio una contraofensiva largamente preparada que, sin embargo, ha conseguido modestos avances ante la resistencia de las fuerzas rusas. En el frente diplomático, Ucrania dijo que estaba satisfecha con una cumbre celebrada en Arabia Saudita durante el fin de semana para discutir una solución pacífica al conflicto.
Rusia no fue invitada a esta cumbre en Yeda, en la que participaron representantes de una cuarentena de países como China, India, Estados Unidos y Ucrania.
El embajador ruso en Washington, Anatoli Antonov, arremetió contra la cumbre que, en su opinión, no tuvo ningún éxito diplomático, según recogió la agencia de prensa estatal RIA Novosti. El diplomático aseguró que era inútil discutir la crisis en Ucrania sin la participación de Moscú.
"¿Alguien todavía no entiende que en esta situación es imposible alcanzar ningún resultado específico?", cuestionó.
Con información de AFP