Robert E. “Bobby” Crimo III, presunto responsable por el tiroteo en Highland Park, Chicago, confesó el crimen y relató a las autoridades que “consideró seriamente” disparar en otra celebración del 4 de julio.
De acuerdo con el agresor, de 21 años, él tenía otro rifle y aproximadamente 60 balas más cuando huyó de Highland Park, donde dejó un saldo de siete víctimas mortales e hirió a más de 40 personas.
Tras cometer el crimen, Robert Crimo condujo hacia el área de Madison, Wisconsin, en el automóvil de su madre, donde planeaba realizar un segundo tiroteo. Sin embargo, consideró que no estaba preparado y regresó a Illinois, donde más tarde lo atraparon, según declaraciones de las autoridades.
“Mientras conducía localizó otra celebración en el área de Madison y contempló otro ataque con un arma de fuego que tenía en su automóvil”, dijo Christopher Covelli, portavoz de la Fuerza Especial contra el Crimen Mayor del Condado de Lake, en una conferencia de prensa ofrecida este miércoles.
Por su parte, el fiscal estatal del condado de Lake, Eric Reinhart, relató que, tras su captura, Crimo confesó a la policía que él había disparado a los asistentes del desfile desde el techo de un negocio en el suburbio de Chicago.
Cabe resaltar que el arma con la que disparó fue recuperada en la escena. Mientras que otro rifle, un Kel Tec Sub-200, fue hallado en el auto de Crimo cuando fue arrestado. Además, otras tres armas de fuego, una Remington 700, una escopeta y una Glock 43, fueron recuperadas de su casa, dijeron las autoridades.
Hasta ahora, los investigadores aún no saben el motivo por el cual Crimo cometió la agresión, pero reconocieron que el hombre “tenía afinidad con los números 4 y 7”, que, cuando se analizan, apuntan a la fecha en que llevó a cabo la masacre.
Policía ya le había decomisado 16 cuchillos al agresor en 2019
Las autoridades también revelaron que visitaron la casa de Crimo en 2019, luego de que el joven intentó suicidarse. Y posteriormente, en septiembre del mismo año, recibieron informes de que amenazaba con “matar a todos” en su casa.
En ese incidente, la policía terminó confiscando 16 cuchillos, una daga y una espada, pero dijo que no había señales de que tuviera armas en ese momento.