En este verano boreal, las temperaturas extremas –por arriba de los 35 °C– y la sequía en curso provocan una demanda excesiva en la red eléctrica y preocupación de colapso por cortes de electricidad y apagones en vastas áreas de Estados Unidos.
NERC, una autoridad reguladora que supervisa la salud de la infraestructura eléctrica de EU, advirtió que las olas de calor provocan un aumento en el uso de electricidad. Mientras, las condiciones de sequía reducen la cantidad de energía disponible para satisfacer esa demanda.
"La sequía extrema y los patrones climáticos que la acompañan están fuera de lo común y tienden a crear tensiones adicionales en el suministro y la demanda de electricidad", dijo Mark Olson, gerente de Evaluaciones de Confiabilidad de NERC.
La North American Electric Reliability Corporation alertó que dos tercios del país podrían sufrir apagones en esta época del año, debido a la alta demanda en la red eléctrica, por las altas temperaturas.
La crisis energética en Estados Unidos incide de manera directa en México que tiene una alta dependencia del gas estadounidense. En 2021, el valor de la compra de energéticos de nuestro país a EU superó los 42 mil millones de dólares.
Anamitra Pal, profesor asistente en la School of Electrical, Computer and Energy Engineering de Arizona State University, advirtió que "el cambio climático y la guerra ruso-ucraniana tienen un mayor potencial de interrumpir el suministro de energía eléctrica en EU durante este verano".
Asimismo, indicó que "a medida que el cambio climático aumenta la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos como huracanes e incendios forestales, es muy posible que los recursos disponibles sean insuficientes para gestionar el sistema en esas circunstancias radicales, pero inesperadas".
Por ejemplo, las compañías eléctricas suelen planificar el verano basándose en datos históricos anteriores. Por lo tanto, si este año se produce –como parece– una ola de calor sin precedentes, el sistema puede no tener suficientes reservas para soportar una demanda superior.
Pal aseguró que la invasión rusa en Ucrania es la más incierta de las amenazas contra el abastecimiento de energía y la más difícil de planificar. El impacto más probable de esta guerra en la red eléctrica de Estados Unidos será en forma de ciberataques.
En cuanto a la pandemia de COVID-19, el investigador destacó que ha provocado un desplazamiento de la carga de los sectores comercial e industrial al residencial, pero la carga neta no ha cambiado drásticamente.
El medio oeste superior y el medio sur a lo largo del río Mississippi experimentarán el riesgo más alto este verano, advierte NERC, donde el cierre de las centrales eléctricas antiguas y el aumento de la demanda son problemáticos.
La región no tiene una línea de transmisión clave que fue dañada por un tornado en diciembre de 2021.
POR ISRAEL LÓPEZ GUTIÉRREZ
MAAZ