El cónsul mexicano de Eagle Pass, en Texas, Ismael Naveja Macías, aseguró ayer que de los 19 niños que fallecieron durante el tiroteo en una escuela primaria de Uvalde, todos eran nacidos en EU y la mayoría tenía apellidos hispanos y mexicanos, a través de sus padres y abuelos; sin embargo, siguen investigando.
En entrevista con Sergio y Lupita en El Heraldo Radio, el funcionario agregó que una fiscal del condado de Hidalgo, Texas, tiene contemplado "un alivio migratorio", es decir, que si algún familiar afectado es irregular, podrían darles visa tipo U, que precisamente está reservada para las víctimas de ciertos crímenes.
Además, dijo que están proporcionando asistencia legal, atención y compensación a víctimas.
"El Consulado de México está atendiendo la instrucción del canciller (Marcelo) Ebrard (…) brindando apoyo y protección", agregó.
En tanto, un legislador republicano en el Congreso de Florida escribió en Twitter que el presidente Biden ya "aprenderá" si busca incautar las armas a la gente.
"Tengo noticias para la vergüenza que dice ser nuestro Presidente: intente tomar nuestras armas y aprenderá por qué se escribió la Segunda Enmienda", dijo Randy Fine, partidario de Trump.
Su comentario recibió críticas en redes y usuarios alertaron al FBI, la CIA y al Servicio Secreto por la "amenaza" hacia el mandatario.
Por su parte, el proyecto de ley de terrorismo doméstico aprobado la semana pasada por la Cámara baja de EU, tras el tiroteo en Búfalo, fracasó ayer en el Senado, debido a la oposición de los republicanos.
ARRECIAN LAS CRÍTICAS
Los testigos del tiroteo en Texas cuestionaron la respuesta de la Policía. Padres de las víctimas aseguraron que suplicaron, sin éxito, a los agentes que entraran y detuvieran la masacre.
Mientras, autoridades informaron que el atacante estuvo más de una hora en la escuela, antes de ser abatido.
REDACCIÓN, EFE, AFP Y AP
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