Los libros de economía y sus presentaciones suelen ser aburridos excepto para los iniciados, pero de alguna forma la presentación del tomo Dominicana Creativa, sobre la "economía naranja", en la República Dominicana se las arregló para ser tan entretenida.
Cierto que la ayuda su apuesta a lo que los técnicos llaman "la economía naranja" que, según la definición técnica, se refiere "al conjunto de actividades que consisten en la transformación de ideas en bienes y servicios de carácter cultural" y su valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual.
Se trata del mundo de la cultura, la industria creativa y de contenido. De la música a la pintura; de la moda al diseño de joyas; del cine y teatro a la tecnología y la gastronomía.
Según Milagros German, ministra de Cultura dominicana, esa economía del conocimiento puede llegar a ser 10% del Producto Bruto Mundial en 2030. Y en ese sentido "cada dominicano es un creador", dijo María Isabel Castillo Báez, embajadora de la República Dominicana en México.
MBL