Equipos de rescate en Estambul y Atenas se esforzaban ayer para despejar las carreteras que quedaron paralizadas, tras el paso de un frente frío que arrojó nevadas en gran parte de Turquía y Grecia, y dejó a innumerables personas y autos varados con temperaturas bajo cero
Las autopistas y carreteras de Estambul y sus alrededores quedaron paralizadas, tras la tormenta que golpeó la ciudad de 16 millones de habitantes, que está a caballo entre Europa y Asia. En algunas zonas se acumularon más de 80 centímetros de nieve.
Los rescatistas trabajaron durante la noche para limpiar las carreteras y autopistas, pero los vehículos abandonados obstaculizaron su labor.
En Atenas, los operarios laboraron para liberar a los alrededor de 200 o 300 conductores que seguían atrapados en una importante autopista que cruza la capital.
PAL