Un hombre de 32 años tuvo que ser inducido al coma debido a complicaciones por Covid-19 el mismo día que su esposa fue internada para dar a luz a su segundo bebé y él no despertó hasta tres semanas después; fue hasta entonces, que pudo conocer a su hijo recién nacido.
Andrew Allen, originario de Bolton, Reino Unido, comenzó a sentirse mal después de que un compañero de trabajo diera positivo a Covid-19, en ese momento, el hombre sólo contaba con su primera dosis de la vacuna contra el nuevo coronavirus, relató en entrevista para SWNS.
En un inicio pensó que se trataba de gripe, pero después sus síntomas aumentaon y coincidían con los de Delta. Era el 19 de julio de 2021 y entonces, esta variante de Covid-19 era la responsable de la mayor parte de los contagios en el mundo. "Perdí el olfato y el gusto después de un resultado negativo", agregó; adicional a estos malestares, también tuvo vómito y diarrea.
Una semana después, el 27, Andrew no podía respirar bien y fue llevado de emergencia a un hospital, porque su oxigenación estaba apenas en 35 por ciento. "Mi madre llamó a una ambulancia y los paramédicos escucharon mi respiración, no estaba respirando bien...esaba gravemente mal. Mis estadísticas de oxígeno eran muy bajas, fue uno de los peores casos que (los paramédicos) jamás hayan visto", contó.
Horas después de su traslado, su esposa Charlotte comenzó con dolores de parto y fue llevada al hospital. La mujer de 32 años dio a luz al pequeño Oliver a la mañana siguiente, pero para entonces, los médicos habían conectado a un ventilador y puesto en coma inducido a su marido debido a que su estado de salud estaba muy comprometido.
Andrew despertó y conoció a su bebé
El hombre de 32 años, quien contó su historia meses después de ser dado de alta y continuar su recuperación en casa, dijo que despertó del como inducido el 11 de agosto, tres semanas después de haber sido internado. Cuando abrió los ojos dijo que lo primero que vio junto a su cama fue una fotografía de su hijo Imogen, de cinco años, abrazando al bebé Oliver.
Desde que sospechó tenía Covid-19, Andrew sabía que se perdería el parto de su esposa y estaba realmente molesto por no estar en ese momento. Sin embargo, no conoció al pequeño de inmediato pues si bien ya había despertado, aún estaba muy débil. Tuvieron que pasar otras dos semanas para poder encontrarse con su hijo, quien ya para entonces tenía cinco semanas de nacido.
Cuando comenzó a mostrar una mejoría lo trasladaron a otra sala de recuperación, y fue en el pasillo cuando pudo ver a toda su familia. El personal arregló todo para que pudiera verlos ahí y conocer a Oliver, además de ver a su hija mayor, con quien suele pasar mucho tiempo cuando no trabaja.
A pesar de que ya está en su casa y volvió de tiempo completo a su trabajo, Andrew le dijo a SWNS en enero de 2022 que aún no se encuentra al 100 por ciento y que taún se cansa al finalizar la jornada laboral, además de que todavía le falta mucho por recuperar las 55 libras (24 kilos) que perdió mientras estuvo hospitalizado.
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