El pasado 14 de agosto, poco después de las 8 p.m. en México, se dio a conocer la noticia de que un terremoto de 7.2 grados se había reportado en Haití. Producido a 8 kilómetros de la ciudad de Petit Trou de Nippes, a tan solo 150 kilómetros de Puerto Príncipe. Según la información compartida por el Servicio Geológico de Estados Unidos, el movimiento logró percibirse tanto en Cuba como en Jamaica.
Como consecuencia del temblor, se calcula que murieron al menos 304 personas, además de que se reportan cientos de personas heridas y desaparecidas. Entre los edificios colapsados, además de casas, se encuentran iglesias y hoteles. Por esta razón, Ariel Henry, primer ministro, tomó la decisión de declarar estado de emergencia por un mes, debido a que este fenómeno ocurrió pocos días antes de la posible llegada de Grace, una tormenta tropical.
Gobiernos internacionales se solidarizan
Joe Biden fue uno de los primeros mandatarios en posicionarse al respecto, pues autorizó una respuesta inmediata de Estados Unidos para coordinar todos los esfuerzos necesarios y apoyar a la nación caribeña. A pesar de que no se dieron más detalles de las acciones que se implementarán, el presidente estadounidense nombró a Samantha Power, quien se desempeña como administradora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, como coordinadora de este programa.
Por otra parte, Andrés Manuel López Obrador ordenó a la Coordinación Nacional de Protección Civil, a las secretarías de Relaciones Exteriores, Marina y de la Defensa Nacional preparar ayuda inmediata para Haití. A través de su cuenta de Twitter, el mandatario informó que lamenta el sufrimiento de dicho país, por lo que ofreció su solidaridad. Sin embargo, tampoco se dieron a conocer más detalles al respecto.
¿Qué dijo el Papa Francisco?
El día de hoy, 15 de agosto, el papa Francisco pidió a sus fieles que la solidaridad y la ayuda de la comunidad internacional esté enfocada en aliviar las consecuencias del fuerte terremoto ocurrido el día de ayer. Después de rezar el ángelus dominical en la Plaza de San Pedro, el pontífice expresó su cercanía con la población de Haití, misma a la que consideró muy querida. Sin embargo, también destacó que la tragedia debía ser aliviada, pues el sismo provocó fuertes daños materiales y más de 300 muertes hasta el momento. Finalmente, el papa enfocó sus oraciones y su ánimo para las personas sobrevivientes.