Uno de los primeros compromisos de Joe Biden como presidente de Estados Unidos fue el de frenar las deportaciones de migrantes, y así está ocurriendo. Datos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) muestran que el número de deportaciones cayó a un mínimo histórico el pasado mes de abril.
Biden prometió que daría prioridad a las expulsiones de migrantes que representen una amenaza, es decir, quienes hayan cometido delitos específicos, incluidos delitos graves y sexuales, o que hayan sido declarados culpables por manejar bajo la influencia de alcohol y drogas.
Por ello, en abril fueron deportadas 2 mil 962 personas por el ICE, lo que se convierte en la primera vez en que la cifra en un mes es menor a 3 mil, según el diario The Washington Post.
También representa una disminución del 20% con respecto a marzo.
El periódico también resaltó que el ICE ha registrado unas 37 mil deportaciones en los últimos siete meses, por lo que está en camino a realizar menos de 55 mil en este año fiscal, y llevar esa cifra por debajo de los 100 mil por primera ocasión.
La decisión del gobieno de Biden de cambiar las prioridades en las deportaciones supuso una ruptura con la política del expresidente Donald Trump, quien impulsó las expulsiones de prácticamente cualquier migrante en situación irregular.
La administración del republicano promedió alrededor de 240 mil deportaciones durante sus primeros tres años.
La administración del republicano promedió alrededor de 240 mil deportaciones durante sus primeros tres años.
Expulsiones de migrantes continúan
Que las deportaciones de inmigrantes que ya residen en Estados Unidos hayan disminuido no significa que el país haya adoptado una política de frontera abierta para los indocumentados.
Bajo el denominado “Título 42”, el gobierno de Estados Unidos ha regresado a unas 700 mil personas que cruzaron la frontera con México en los últimos 13 meses, pero no considera estos casos como deportaciones, sino como “expulsiones”, según el citado diario.
Tan solo en marzo, de las 172 mil personas que entraron por la frontera sur del país, el 60% fue expulsado, es decir, 103 mil 900 indocumentados. De ellos, el 28% eran migrantes que ya habían sido deportados del país.
CRS