La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) envió una alerta a nivel nacional sobre el consumo de un agua ionizada que parece estar conectada con los casos de insuficiencia hepática acuda en niños.
A través de su página web, la agencia informó que cinco menores, de cuatro familias diferentes, fueron hospitalizados por una falla hepática, en Nevada, y todos tenían en común el consumo de un agua alcalina llamada “Real Water”.
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Además de los infantes, otras seis personas, tres adultos y tres pequeños, no desarrollaron una falla aguda, pero sí presentaron otros síntomas como vómito, mareos y pérdida de apetito.
La FDA detalló que el diagnóstico que los primeros pacientes se dio como una “hepatitis no viral”; y aunque todavía falta recopilar y analizar más datos, por el momento se recomienda no consumirla.
“Los consumidores, restaurantes y minoristas no deben beber, cocinar, vender o servir agua alcalina “Real Water” hasta que se conozca más información sobre la causa de las enfermedades. Estos productos incluyen, entre otros: envases de galones (vendidos mediante entrega a domicilio/suscripción), botellas (que se venden en línea y en tiendas) y el concentrado “Real Water” (que se vende en línea)”, detalló.
¿Qué es la hepatitis no viral?
La Clínica Mayo señala que la hepatitis es una infección en el hígado que causa inflamación y afecta el funcionamiento de este órgano. Puede ser ocasionada por un virus, o bien por causas ajenas, como en este caso.
Cuando se trata de una inflamación ligera, es posible que el cuerpo se recupere por completo, sin daño permanente. Pero cuando se convierte en algo crónico, como en el caso de las personas involucradas en este brote, las secuelas no se quitan.
Por su parte, la FDA asegura que los principales síntomas son:
“Fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, deposiciones de arcilla o de color gris, dolor en las articulaciones, ojos amarillos e ictericia. Quienes experimentan estos síntomas deben comunicarse con su médico”.
acmg