Los rayos que golpearon la Tierra hace miles de millones de años pudieron ser el punto de inicio de la vida en el planeta, al desbloquear el fósforo necesario para crear ADN, células y huesos, reveló un nuevo estudio.
Los investigadores de Yale y la Universidad de Leeds explican que la chispa de la vida pudo iniciar luego de que cayeran un quintillón de rayos -un 1 con 30 ceros- por más de mil millones de años.
Estos rayos desbloquearon fósforo, clave para la formación de la vida, pero que no era fácilmente accesible en la Tierra hace miles de millones de años, encerrado dentro de minerales.
El fósforo probablemente llegó a la Tierra a bordo de meteoritos hace miles de millones de años. Este mineral ayuda a formar la columna vertebral de las largas cadenas de nucleótidos que componen el ADN, los componentes básicos de la vida biológica tal como la conocemos.
El fósforo también es vital para las membranas celulares y la molécula portadora de energía celular.
Benjamin Hess, autor principal del estudio, junto con Sandra Piazolo y Jason Harvey de la Universidad de Leeds estimaron que la Tierra primitiva vio de mil a cinco mil millones de relámpagos cada año.
De esos primeros relámpagos generados en el planeta, entre 100 millones y mil millones habrían caído al suelo anualmente.
Eso sumaría entre 0,1 y 1 trillón de rayos que golpearon el planeta en mil millones de años. Como resultado se produjo una gran cantidad de fósforo utilizable, explican los investigadores.
Hoy en día, la superficie de la Tierra se ve afectada por rayos unas 560 millones de veces al año, estimó el equipo detrás del nuevo estudio.
El descubrimiento puede ayudar a los científicos a comprender cómo se formó la vida en la Tierra y cómo podría seguir formándose en planetas similares a la Tierra en todo el universo.
CRS