El sábado 6 de febrero se suscitó una fuerte avalancha en el condado de Salt Lake, en Utah, la cual las autoridades determinaron como una de las más mortíferas en la historia de la región. Lamentablemente, el desastre provocó la muerte de cuatro personas y otras cuatro resultaron heridas.
El Departamento de la Policía Unificada informó que cerca de las 11:40 de la mañana, recibieron una alerta de la avalancha, luego de que se detectara una débil señal de auxilio de un transmisor personal para casos de alud en el Cañón Millcreek, por lo que acudieron al lugar para proporcionar asistencia.
La avalancha fue provocada por dos grupos de esquiadores, esclareció la sargento del Departamento, Melody Cutler y se produjo a 9,800 pies de altura, con una profundidad de 2.5 pies (0.7 metros). Arrastró a ocho esquiadores, de entre 20 y 30 años de edad, de los cuales sobrevivieron cuatro. Ellos pudieron salir por sí mismos de la nieve y lograron encontrar a sus compañeros. Desgraciadamente, cuando pudieron liberarlos, ya habían fallecido.
Uno de los heridos fue diagnosticado con hipotermia y fue llevado de inmediato al hospital, donde se recuperó favorablemente.
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Horas antes del incidente, el Centro de Avalanchas de Utah lanzó un comunicado a través de Twitter donde se advertía que existía un fuerte riesgo de avalancha, por lo que se pedía a los visitantes extremar precauciones.
Los nombres de las víctimas no han sido revelados, pero Drew Hardesty, miembro de dicho centro, declaró que eran esquiadores con experiencia y que eran ampliamente reconocidos por la comunidad. Los equipos de rescate siguen trabajando para recuperar los cuerpos.
Tras darse a conocer la tragedia, Jenny Wilson, alcaldesa del condado de Salt Lake, declaró sus condolencias a través de un comunicado.
Durante la temporada 2020-2021, han muerto, en todo el país, un total de 20 personas en avalanchas, por lo que se le pide a los esquiadores evitar riesgos.
DFC