El Super Bowl LV es el evento del año para todos los fanáticos de la NFL. Sin embargo, los movimientos sociales violentos y, sobre todo, el precedente que dejó el asalto al Capitolio han dejado como consecuencia que una de las principales preocupaciones para el día del juego sea la del terrorismo interno.
"En este momento, un área particular de preocupación es el extremismo violento interno", afirmó David Pekoske, subsecretario interino del Departamento de Seguridad Nacional.
"No vemos una amenaza creíble específica para este evento, pero queremos estar preparados", agregó.
De acuerdo con CNN, el Super Bowl está designado con una "Calificación 1 de evaluación en eventos especiales", que desbloquea recursos federales para ayudar a asegurar el juego, pero es más baja que la designación de seguridad para la toma de posesión presidencial.
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Por el evento, más de 500 miembros del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ayudan con la seguridad del Super Bowl, junto con el equipo de seguridad de la NFL, el FBI y el Departamento de Policía de Tampa, Florida.
El juego tendrá lugar en el Estadio Raymond James, en Tampa, el domingo por la noche. Aproximadamente 22 mil aficionados tendrán entradas para el partido, incluidos 7.500 trabajadores sanitarios vacunados.
Estados Unidos en alerta hasta el 30 de abril por terrorismo interno
Hace unos días, el DHS emitió una alarma antiterrorista por riesgo persistente de violencia a lo largo del país que expira hasta el próximo 30 de abril.
El boletín no apunta a un ataque vinculado a un hecho específico, sino que señala que las motivaciones van desde ira por las restricciones impuestas para intentar controlar la pandemia de COVID-19 hasta los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 que dieron la victoria a Joe Biden, los cuales han sido calificados como fraude por miles de detractores.
CRS