Los contagios y hospitalizaciones por COVID-19 en Estados Unidos han disminuido las últimas semanas a la par que el ritmo de vacunación contra el coronavirus ha aumentado vertiginosamente, sin embargo, no es la inyección la que ha reducido las cifras en el país.
El principal factor para la caída de esos números son las medidas de prevención.
Tom Frieden, exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), indicó que la esperanzadora caída en contagios se debe a lo que los ciudadanos están haciendo bien.
“Es lo que estamos haciendo bien: mantenernos separados, usar máscaras, no viajar, no mezclarnos con otros en espacios interiores”, explicó Frieden a CNN.
Por su parte, Rochelle Walensky, directora de los CDC, dijo a la cadena NBC: “Es alentador ver que estas tendencias bajan, pero vienen de un lugar extraordinariamente alto”.
Estados Unidos aún no puede cantar victoria
Diariamente se siguen notificando decenas de miles de casos nuevos. Estados Unidos se mantiene a la cabeza como el país más afectado por la COVID-19 y tan solo en febrero se han reportado más de 42 mil 500 muertes por el virus.
Además, ahora preocupan las diversas variantes que se esparcen en distintos estados de EU.
“Hemos tenido tres olas. Si tenemos o no un cuarto aumento depende de nosotros, y lo que está en juego no podría ser mayor, no solo por la cantidad de personas que podrían morir en la cuarta ola, sino también por el riesgo de que emerjan variantes aún más peligrosas si hay más diseminación descontrolada”, agregó Frieden.
Por eso, expertos señalan que es especialmente importante que los líderes estatales no reduzcan las restricciones ni eliminen los mandatos de las mascarillas.
“Todos debemos asumir la responsabilidad de disminuir la propagación en la comunidad, incluido el uso de máscaras, para que podamos recuperar a nuestros niños y nuestra sociedad”, agregó Walensky.
CRS