Gabriel Boric, con 35 años de edad, se convirtió en el nuevo presidente electo de Chile, lo que consolida a la nueva generación de millennials convertidos en mandatarios, y de políticos que siguen ganando terreno en el mundo, centrando sus logros, sobre todo, en las redes sociales.
La mayoría de ellos nacieron cuando las dictaduras militares asolaban gran parte de Latinoamérica y ni siquiera habían alcanzado su primer decenio de vida cuando cayó el Muro de Berlín.
En 2022, Boric compartirá citas internacionales con coetáneos de países tan lejanos como Nueva Zelanda o Finlandia y vecinos latinos, como Costa Rica y El Salvador; ahora tienen el reto de sacar a sus países de la pandemia de coronavirus, aplicar nuevas políticas sociales y limpiar la enquistada corrupción.
Un año mayor que Boric, la finlandesa Sanna Marin llegó al poder en 2019 con tan sólo 33 años, con un discurso progresista que sorprendió: "Soy de una familia homoparental y eso me ha condicionado para que la igualdad y los derechos humanos sean muy importantes para mí".
Marin compartía juventud en Europa hasta hace muy poco con el austriaco Sebastian Kurz, que también se convirtió en primer ministro con 33 años de edad, pero que renunció en octubre pasado, tras ser mencionado en la investigación mundial Papeles de Pandora.
Otra de las millennials que ha adquirido notoriedad es la neozelandesa Jacinda Ardern, admirada por su gestión durante los primeros meses de la pandemia y por compaginar su maternidad con el cargo.
Jaime Abedrapo, jefe de la Escuela de Gobierno de la Universidad de San Sebastián, dijo a la agencia EFE que las redes sociales han jugado un papel "determinante" en la irrupción de estos nuevos liderazgos, siendo el salvadoreño Nayib Bukele su máximo exponente.
"Oficialmente soy el Presidente más cool del mundo", tuiteó a los pocos días después de tomar posesión en 2019.
El exalcalde de San Salvador, cuestionado por su creciente autoritarismo, terminó con el reinado del costarricense centroprogresista Carlos Alvarado, quien en abril de 2018 se había convertido, con 38 años, en el mandatario más joven de América.
Para Abedrapo, la generación nacida a partir de 1980 tiene la ventaja de tener una "agenda propia", con demandas más relacionadas con el ecologismo y las minorías, pero adolece de "importantes" defectos, como su carácter "inmediatista".
En el mundo hay otros jóvenes como Giacomo Simoncini, en San Marino, quien actualmente es el líder más joven de un país. Se convirtió, en octubre, a los 26 años, en uno de lo dos capitanes-regentes de este microEstado.
Desde Kosovo, la jurista reformadora Vjosa Osmani fue elegida presidenta en abril, a los 38 años. En Georgia, el primer ministro Irakli Garibashvili asumió en febrero, también con 38 años.
Mientras, en Andorra, Xavier Espot Zamora se convirtió en jefe de gobierno en 2019, a los 39 años. El norcoreano Kim Jong-Un, tenía 27 años cuando sucedió a su padre, en 2011, al frente de la dinastía.
CAR