El Papa Francisco invitó a gritar a todos los reunidos este medio día en la Plaza de San Pedro ¡Viva la Virgen de Guadalupe!
Después del rezo mariano del Ángelus, cambió el italiano para expresar unas palabras en español a una plaza llena de color y de todas las banderas de América.
“Saludo con afecto a las comunidades de todo el continente americano y de las Filipinas - ¡cuántas banderas de países americanos! -, que se han reunido aquí en la Plaza de San Pedro a rezar el Rosario para honrar a la Virgen de Guadalupe, y para consagrarse a ella. ¡Los felicito! Felicito a ustedes que con este gesto se han unido a quienes desde Alaska hasta la Patagonia festejan a Santa María de Guadalupe, Madre del verdadero Dios por quien se vive, cada 12 de diciembre”.
El Papa Francisco expresó su alegría por la realización del Rosario que definió como un “acto de fe y de testimonio público” que es el comienzo para la realización del Jubileo Guadalupano que se llevará a cabo en el 2031 y el Jubileo de la Redención en el 2033, destacando que “tenemos que mirar adelante siempre”.
El Santo Padre afirmó que la Virgen de Guadalupe y San Juan Diego son una enseñanza para caminar siempre juntos, “desde las periferias hasta el centro, en comunión con los sucesores de los Apóstoles, que son los obispos, para así ser Buena Noticia para todos”.
“Esta experiencia debe repetirse una y otra vez; de este modo, Dios que es comunión, animará la conversión y la renovación de la Iglesia y de la sociedad que tanto necesitamos en las Américas - la situación de tantos Países americanos es muy triste -, y también necesitamos en el mundo”.
A las 10:00 de la mañana se llevó a cabo el rezo a la Virgen de Guadalupe, en el que estuvo presente la comunidad del continente americano que viven en la capital italiana.
Previo al inicio, se hizo una representación del momento en que Juan Diego extiende su tilma para dejarla ver a Fray Juan de Zumárraga, hubo música de mariachi donde se cantaron las Mañanitas a la Virgen junto con la tradicional canción de “La Guadalupana”.
El Arzobispo Jorge Carlos Patrón Wong, secretario para los Seminarios de la Congregación para el Clero y quien acaba de ser designado por el Papa Francisco para ser el Arzobispo de la Arquidiócesis de Jalapa, expresó que el gran milagro de la Virgen de Guadalupe es la unión.
“El gran milagro de la Virgen de Guadalupe es que somos hermanos, hoy en un mundo lleno de polarizaciones, gente que se dedica en todos los niveles a dividir, la Virgen de Guadalupe continua uniéndonos, todos como hermanos y todos como hijos de Dios”
“La expresión del Papa Francisco diciendo Viva la Virgen de Guadalupe, que partía de su corazón, de su experiencia mariana, es exactamente lo que todos en América sentimos, viva nuestra mamá, nuestra madre, viva Jesús, viva la Iglesia Católica, y sobre todo viva la alegría del Evangelio”, dijo el Arzobispo Jorge Carlos Patrón Wong.
Al evento asistió el embajador de México ante la Santa Sede, Alberto Barranco, quien opinó: “La Virgen de Guadalupe representa la esencia de México, ella abre el camino a la evangelización de América Latina, y por eso la concentración de migrantes, de banderas, de trajes, todo tipo de costumbres de América Latina, creo que es una hermandad verdaderamente hermosa y emotiva”.
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