Tras 18 meses de pandemia, Sao Paulo vuelve a respirar y surgen nuevos espacios de coworking: ahora se puede trabajar en una terraza con vistas a la ciudad, en una playa artificial rodeada de rascacielos o junto a un hijo que duerme la siesta.
El coworking flexible y colaborativo está revolucionando las formas de trabajar en la capital económica de Brasil, que fue pionera en este rubro y concentra la mayor cantidad de espacios colectivos en el país, alrededor de 200; y, desde la irrupción de la pandemia, dejó de ser prerrogativa de las empresas emergentes de tecnología.
"40% de las empresas que atendemos son convencionales, como gabinetes de abogados, consultoras y auditoras", explicó Fernando Bottura, el joven gerente de GoWork, una de las primeras firmas de coworking en Sao Paulo, con 14 espacios que suman 32 mil m2.
La tendencia en esta megalópolis tropical es que haya "cada vez más espacios exteriores, en terrazas. Ya no tiene sentido que alguien alquile una oficina", subrayó.
Uno de los espacios de GoWork tiene hasta una playa artificial: un perímetro de arena rodeado de rascacielos en el corazón de la céntrica Avenida Paulista. Protegiéndose del sol bajo unas sombrillas, varias jóvenes trabajan con sus ordenadores portátiles.
"El bienestar de los empleados es esencial", explicó el gerente de comercio en línea Renan Camargo, de 38 años. "Cuando trabajamos de buen humor, rendimos mejor".
El encargado de ventas en marketing digital Mateus Santos, también prospera trabajando en este espacio. Los empleados no vienen aquí todos los días, lo que favorece "tanto la flexibilidad" cuanto la productividad, sostuvo.
Y aunque todavía es necesario usar mascarilla para protegerse del COVID en este espacio de 6 mil m2 por donde transitan mil 500 trabajadores cada día, el cotrabajo ha favorecido la interacción entre personas y empresas, algo que hizo falta durante el confinamiento.
AFP, EFE y AP
FOTO: AFP
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