Human Rights Watch (HRW) acusó ayer al gobierno de Cuba de llevar a cabo, de forma sistemática, arrestos arbitrarios, maltratos contra detenidos y juicios abusivos, en represalia a protestas pacíficas del 11 julio de 2021.
Esa fue "esencialmente la respuesta brutal de un régimen que concentra todo el poder desde hace décadas (...) y que fue sorprendido por unas manifestaciones espontáneas", declaró José Miguel Vivanco, el director para las Américas de HRW, durante la presentación en Miami del reciente informe de la organización.
Las autoridades detuvieron a más de mil personas durante esa ola represiva, de las cuales más de 500 siguen encarceladas y otras están bajo arresto domiciliario, dijo HRW, citando a la ONG Cubalex.
"Para el régimen, el objetivo ha sido que el temor pese más que la desesperación de la gente", señaló Juan Pappier, uno de los redactores del informe.
Manifestantes pacíficos y otros críticos han sido detenidos, incomunicados y juzgados en procesos que son una verdadera farsa, indicó la ONG con sede en Estados Unidos.
"Esto obedece a una política de Estado para frenar de raíz cualquier intento del pueblo cubano por ejercer su derecho a la protesta pacífica", aseguró Vivanco.
Los autores del informe documentaron a detalle violaciones de derechos humanos contra 130 personas en 13 de las 15 provincias cubanas, así como en la Isla de la Juventud, un municipio especial.
En la mayoría de esos casos, las víctimas sufrieron interrogatorios reiterados.
Algunos de los detenidos fueron privados del sueño y golpeados. A otros se les amenazó con tomar represalias contra ellos o sus familiares por protestar, añade el documento de HRW.
AFP y AP
MAAZ