Durante la audiencia general en El Vaticano de este miércoles 20 de octubre, un niño con discapacidad apareció inesperadamente frente al Papa Francisco para pedirle el solideo blanco, por lo que los colaboradores del Sumo Pontífice terminaron por hacerlo feliz y regalarle uno.
El niño, de unos 10 años, 'burló' la seguridad integrada por dos policías que resguardaban el aula Pablo VI y subió al estrado solo; después se acercó al Papa Francisco mientras éste saludaba a los peregrinos, y le pidió el famoso casquete blanco de seda que portan sólo los Papas.
Fue entonces que Francisco lo tomó de las manos, le sonrió y conversó; después el pequeño se sentó durante un momento en la silla reservada para el regente de la Prefectura de la Casa Pontificia, Leonardo Sapienza, ante la mirada divertida del Papa, quien en ningún momentó paró de sonreír pacientemente.
Pero la intención del niño, como indicó en varias ocasiones señalando hacia la cabeza de Francisco, era hacerse con el solideo blanco del pontífice. Finalmente después de que le regalaron uno, regresó satisfecho con su madre, que se encontraba entre los varios miles de fieles presentes en el aula.
El Papa valora la libertad de los niños
Justo antes de comenzar la catequesis, el Papa Francisco comentó ante los peregrinos: "Este niño tuvo la libertad de acercarse y moverse como si estuviera en casa", dijo, "le agradezco por esta lección" porque "los niños no tienen un traductor automático del corazón a la vida", explicó tras pedir para "que el Señor lo ayude en su limitación y en su crecimiento".
Otros niños también en el pasado también se convirtieron en protagonistas de la audiencia del Sumo Pontífice al pasear libremente por el estrado cerca del Papa e incluso sentándose en el silla destinada a Francisco, quien siempre ha enunciado que valora la libertad y la espontaneidad de los pequeños.
Con información de AFP y EFE
SIGUE LEYENDO:
Joe Biden se reunirá con el Papa Francisco el 29 de octubre en El Vaticano