Aíslan a 600 mil por nuevo contagio

BEIJING. Alrededor de 600 mil habitantes del departamento de Jia, en el centro de China, fueron confinados tras el descubrimiento de un caso de COVID-19, en momentos en que el país teme una nueva ola de contaminación. 

China, cuna del nuevo coronavirus, parece haber frenado en gran medida la pandemia. Sin embargo, a las autoridades les preocupa que la enfermedad vuelva a su suelo, especialmente desde el extranjero.

Jia, situado a unos 800 km de Beijing, en la provincia de Henan, anunció que sus habitantes ya no podían salir de sus hogares sin autorización.

Según una directiva publicada en línea, sólo las personas con un permiso especial pueden seguir yendo al trabajo y los vehículos sólo pueden circular día por medio, en función de su matrícula. No se han dado razones oficiales.

Una mujer, que había visitado el departamento dio positivo en COVID-19 después de un contacto con una persona asintomática, según las autoridades provinciales.

China informó ayer de 55 nuevos casos de personas que habían contraído el nuevo coronavirus, pero que eran asintomáticas.

Según el balance oficial, el nuevo coronavirus ha infectado al menos a 81 mil 589 personas en China, causando 3 mil 318 víctimas.

Mientras, la ciudad china de Shenzhen prohibió el consumo de perros y gatos como parte de una campaña más amplia contra el comercio de vida silvestre desde la aparición del nuevo coronavirus.

China dio luz verde a un medicamento a base de bilis de oso para tratar a pacientes víctimas de la COVID-19, avivando la controversia sobre los plantígrados criados con este objetivo. Aunque asociaciones ecologistas denuncian el destino que se reserva en China a miles de esos animales.

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Por EFE y REUTERS
lctl

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