Washington. Estados Unidos registró ayer el número más alto de contagios en el mundo: 83 mil 836 y mil 209 muertos, es el nuevo epicentro de la pandemia.
EU, con una población de 330 millones, la tercera nación más poblada del mundo, está llamada a sumar más contagios de coronavirus (COVID-19). El Departamento de Trabajo estadounidense informó que 3.3 millones de personas solicitaron beneficios de desempleo.
Precisamente, el brote pandémico que convirtió al estado y la ciudad de Nueva York en el epicentro de coronavirus en Estados Unidos forzó a la Agencia de Alimentos y Medicinas (FDA) a aprobar un novedoso, pero antiguo método: obtener anticuerpos de enfermos curados para tratar a los recién infectados.
“El método, consiste en recolectar hasta 600 mililitros de plasma con anticuerpos de la sangre de pacientes previamente infectados. Esta cantidad de plasma puede servir de tratamiento a 2 o 3 pacientes más”, señaló en exclusiva para El Heraldo de México, el doctor Arturo Casadevall, director del departamento de Microbiología Molecular e Inmunología de la Escuela de Salud Pública en la Universidad Johns Hopkins.
El tratamiento busca reforzar los sistemas inmunológicos de pacientes recién infectados con inyecciones de plasma obtenido de la sangre de enfermos de coronavirus que, al sanar, quedan con anticuerpos en el organismo.
Lo mejor de este proyecto, dijo Casadevall, es que “no son necesarias instalaciones industriales para este tratamiento porque en todas partes hay laboratorios médicos en donde el plasma se extrae con frecuencia para otros tratamientos”.
Y subrayó: "Eso es lo mejor, que se puede hacer en todas partes”.
Desde su laboratorio en Baltimore, el mismo doctor Casadevall dijo que "cuando comenzamos a hablar de esto, hace unas semanas, era sólo una idea y ahora parece que se hará realidad".
La técnica de obtener plasma de la sangre tiene más de 100 años en uso en el mundo entero, y por supuesto en México y en Estados Unidos. Se empleó con éxito en otras pandemias, como el brote de SARS en 2002 y reportes de China indican que ha sido eficaz para atenuar ls efectos del COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus.
Casadevall advirtió que el tratamiento tiene riesgos, como la transfusión de un tipo incorrecto de sangre o la transmisión involuntaria de otros patógenos, pero opinó que "los avances de seguridad en las últimas dos décadas en la mayoría del planeta hacen que los resultados adversos sean raros”.
El doctor Casadevall precisó que "los posibles donantes primero tendrían que someterse a pruebas para asegurarse de que ya no son contagiosos y para confirmar que su sangre contiene los anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad".
"Después, los donantes podrían acudir a un banco de sangre en las localidades en donde viven para donar plasma". Y puntualizó: "Eso es lo mejor, que se puede hacer localmente en todas partes".
En la ciudad de Nueva York, funcionarios de salud le dijeron a este diario que planean comenzar a reclutar pacientes que se hayan recuperado completamente de COVID-19 en los próximos días.
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Por Armando Guzmán
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