La desértica capital italiana, su silencio, las filas para entrar al supermercado -con un metro de distancia-, las patrullas que recorren todas las calles con su alta voz indicando a las personas que no deben estar en la calle y permanecer en sus casas, generan la sensación de vivir en guerra contra un enemigo invisible, llamado coronavirus.
El fotógrafo vaticanista, Evandro Inetti, dijo a El Heraldo de México que “si no fuera por los autos modernos y la forma en que se viste, parecería que has regresado a la época de la guerra”.
[nota_relacionada id=925948]Ves personas en fila para la leche y el pan. Siento una sensación de reestancamiento, la capacidad de bromear y la ironía romana parece esfumarse. Hay un silencio que alarma, acostumbrados al tráfico y a los turistas, esta ciudad parece el escenario de una película catastrófica”.
El fotógrafo italiano destacó que “las sirenas de las ambulancias, que ya no están cubiertas por el ruido habitual, nos recuerdan el momento en que vivimos. Se habla poco en la calle”.
Las medidas sanitarias se han extendido a los parques públicos, -las personas podían visitarlos conservando la distancia con los demás-, pero después del fin de semana no se respetó esto, y por eso se prohibió.

Por su parte, el guía de turista Alexander Mariotti, dijo que “creo que en toda Europa ninguno ha aprendido lo que está sucediendo en Italia. Tengo tres amigos en Inglaterra que están mal del COVID-19, uno de ellos me envió un mensaje de voz para escuchar como no puede respirar (tiene 36 años), me dio mucho miedo parecía que escuchaba a una persona muriendo de cáncer de pulmón, fue terrible”.
[nota_relacionada id=926117]Desde el 20 de febrero, el guía no trabaja, vio cómo se esfumó el turismo, que, a través de éste, “comprende el estado del mundo y el mundo está sufriendo”, la gente no escuchaba recomendaciones de no salir de casa y tuvieron que tomarse medidas drásticas.
El pasado jueves entró a la ciudad de Bérgamo un convoy de 15 camiones del Ejército para llevarse 70 ataúdes a los municipios cercanos para ser cremados. Es la ciudad más afectada de Italia, sus hospitales están rebasados, no hay camas en terapia intensiva, no hay espacio en los cementerios y las funerarias no tienen la capacidad.
La periodista Raffaella Rinaldis, dijo que hay que respetar al máximo las reglas, no se tienen que buscar pretextos.
Pienso que todos los países de Europa han comenzado con retardo a esta situación. No se ha trabajado en conjunto para encontrar una solución".
La periodista señaló que está muy bien ver a Italia unida, que canta en los balcones, pero se deben hacer razonamientos serios.“Europa continuará con mucha dificultad”.
Por otra parte, la canciller alemana, Angela Merkel, permanecerá en cuarentena después de que un médico con el que estuvo en con- tacto dio positivo de coronavirus. El gobierno prohibió las reuniones de más de dos personas como medida preventiva. [nota_relacionada id=927306]
POR PABLO ESPARZA
eadp