La derrota de Donald Trump frente a Joe Biden generó alivio en el ala más izquierda del Partido Demócrata, pero para la mayoría de estos progresistas, la llegada del centrista a la Casa Blanca culmina una batalla e inicia otra.
"Ya no estamos en caída libre hacia el infierno", dijo la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, quizás el rostro más visible de la izquierda de EU, en una entrevista con The New York Times.
"Pero la cuestión subyacente es si vamos a recuperarnos o no de los reveses" infligidos por Trump y sus políticas conservadoras.
Izquierda demócrata
Socialistas demócratas como Ocasio-Cortez y Bernie Sanders –el senador de Vermont– hicieron campaña por Biden y Kamala Harris, uniéndose a sus rivales demócratas para vencer a Trump.
Sin embargo, al apagarse el ruido electoral permanecen entre ellos las mismas tensiones polarizantes sobre el acceso universal a la salud, la crisis de deuda estudiantil y el Nuevo Acuerdo Verde para enfrentar el cambio climático y la desigualdad que nutrieron los debates en las primarias demócratas.
Las figuras del establishment demócrata culpan a izquierdistas de varias decepciones electorales en estos comicios.
Contra el racismo
El tercer demócrata de mayor rango en la Cámara baja, James Clyburn, aseguró que los llamados de manifestantes a "desfinanciar la Policía", un eslogan de las protestas masivas contra el racismo y la brutalidad policial en el verano boreal, perjudicaron a los candidatos al Congreso, e incluso a Biden.
Mientras, el Partido Republicano del presidente Donald Trump retuvo un escaño adicional en el Senado, con una victoria en Alaska, lo cual le coloca a un lugar de la mayoría en la Cámara alta. Las autoridades electorales de Georgia anunciaron que harán un recuento completo de votos a mano.
En un EU dividido, Trump y Biden honraron ayer por separado a los soldados estadounidenses, un tradicional momento de unidad nacional.
Por AFP, EFE y AP