El primer ministro tailandés Prayuth Chan-ocha instó ayer a la gente a cerrar los grifos y ducharse menos para hacer frente a la sequía que afecta al norte y centro de Tailandia.
La autoridad de gestión del agua de Bangkok dijo que el agua de grifo de la capital se estaba volviendo salina a medida que el agua de mar subía por el agotado río Chao Phraya, fuente de gran parte de los recursos hídricos.
El gabinete acordó gastar 100 mdd en perforaciones y tuberías.
Por Reuters
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