Autoridades ordenaron a miles de habitantes y turistas que abandonen la costa sudeste de Australia, pues se espera la llegada de una nueva ola de calor y fuertes vientos que alimentarán el avance de los más de 200 incendios que asolan el país.
El fuego fuera de control provocó la muerte de al menos ocho personas en 48 horas y redujo a cenizas cientos de hectáreas de bosques en el primer día del año. Muchos turistas están bloqueados en ciudades costeras rodeadas por las llamas.
El servicio de bomberos de Nueva Gales del Sur pidió ayer por la mañana a los turistas que abandonen dos zonas costeras de unos 300 kilómetros de largo desde la ciudad de Nowra (a unos 200 km al sur de Sídney) hacia el sur y el estado de Victoria.
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Al menos 18 personas murieron desde el inicio de la temporada de incendios, en septiembre. Esta cifra podría aumentar, ya que las autoridades de Victoria afirmaron que 17 personas están desaparecidas.
Se prevé que este sábado haya ráfagas de viento y temperaturas superiores a 40 °C. Unas condiciones que atizarán el fuego.
Muchos turistas pasaron dos noches aislados en zonas sin electricidad y comunicaciones, con pocas reservas de alimentos. Las autoridades han garantizado la seguridad de algunas carreteras para evacuarlos. Ayer se reportaron embotellamientos de hasta 7 horas.
La evacuación de la zona restringida para los turistas es "la más importante jamás realizada en la región", declaró el ministro de Transportes de Nueva Gales del Sur, Andrew Constance.
SIN TREGUA
Los bomberos reconocieron que no son capaces de apagar ni controlar los incendios activos por lo que lo más prudente es llamar a evacuar.
Sin embargo, las autoridades no pudieron contactar a todas las personas que viven en las regiones rurales más aisladas. Más de 400 casas han sido destruidas en los últimos días, un número que se espera que aumente.
[caption id="attachment_803360" align="aligncenter" width="1280"] CENIZAS. Unas 1,400 viviendas han sido destruidas. Foto: REUTERS[/caption]
Ya se han desplegado barcos y aviones militares, además de personal de emergencia, para hacer llegar ayuda humanitaria y evaluar los daños.
Un barco de la marina llegó a la ciudad costera de Mallacoota, donde muchas personas se refugiaron durante horas en la playa para escapar de las llamas que alcanzaron a la localidad.
Esta crisis sin precedentes ha provocado manifestaciones que piden al gobierno medidas inmediatas contra el calentamiento global que, según los científicos, es responsable de que los incendios duren más y sean más feroces que nunca.
Por AFP, EFE y REUTERS
lctl