Los abogados defensores del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidieron ayer al Senado, controlado por los republicanos, que acabe "rápido" con el juicio político contra él, que está previsto que empiece hoy, y tacharon de "amañada" la investigación demócrata.
Los letrados del mandatario tenían de plazo hasta el mediodía del lunes para presentar por escrito sus argumentos para defender a Trump, después de que los legisladores demócratas que harán de "fiscales" en el juicio político, expusieran sus puntos de vista en un documento similar el sábado pasado.
"Todo esto es una perversión peligrosa de la Constitución que el Senado debería condenar rápida y categóricamente", dijo la defensa de Trump, liderada por el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, en el documento.
Previo a la entrega y publicación del documento, fuentes que trabajan con el equipo de la defensa de Trump y que pidieron el anonimato rechazaron aclarar si la petición para un rechazo "rápido" de los cargos incluirá una moción para exigir al Senado que descarte el caso.
En ese sentido, los letrados calificaron de "poco sólidas" esas acusaciones, ya que, en su opinión, no apuntan a que se haya producido un crimen o violación de la ley, "y ni mucho menos un delito grave y falta, como requiere la Constitución" para el proceso de destitución.
Los cargos políticos contra Trump fueron aprobados en diciembre por la Cámara baja, de mayoría demócrata.
El caso se destapó por una queja de un informante a los servicios de Inteligencia después de una llamada en julio entre Trump y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, donde solicitó a Kiev que iniciara pesquisas sobre uno de sus rivales políticos, el exvicepresidente Joe Biden y su hijo, Hunter, por presunta corrupción en ese país.
El líder de la mayoría en el Senado de EU, el republicano Mitch McConnell, limitó los argumentos de cada parte a 24 horas durante dos días, lo que ayudará a la Casa Blanca y provocó la ira demócrata.
Las reglas de McConnell dejaron abierta la posibilidad de que el Senado no sólo pueda negarse a escuchar nuevas pruebas no descubiertas en la Cámara baja, sino evitar por completo considerar el caso del Congreso contra el presidente Trump.
Por EFE y AFP
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