Esta mañana el Papa Francisco celebró una misa por los migrantes por el aniversario de su visita a Lampedusa, expresando su mensaje a todas estas personas que tienen que abandonar sus casas por razones políticas y sociales.
“Son personas, no se trata sólo de cuestiones sociales o migratorias! “No se trata sólo de migrantes”, en el doble sentido de que los migrantes son antes que nada seres humanos, y que hoy son el símbolo de todos los descartados de la sociedad globalizada”
La misa fue celebrada en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro, donde el Santo Padre, dijo, “En este sexto aniversario de mi visita a Lampedusa, pienso en los últimos que todos los días claman al Señor, pidiendo ser liberados de los males que los afligen. Son los últimos engañados y abandonados para morir en el desierto; son los últimos torturados, maltratados y violados en los campos de detención; son los últimos que desafían las olas de un mar despiadado; son los últimos dejados en campos de una acogida que es demasiado larga para ser llamada temporal”
Durante la homilía, Francisco se refirió a las periferias de la ciudad donde se encuentran todas estas personas, haciendo un llamado a mirar por ellos, a consolarlas y ofrecer misericordia.
“Desafortunadamente, las periferias existenciales de nuestras ciudades están densamente pobladas por personas descartadas, marginadas, oprimidas, discriminadas, abusadas, explotadas, abandonadas, pobres y sufrientes. En el espíritu de las Bienaventuranzas, estamos llamados a consolarlas en sus aflicciones y a ofrecerles misericordia; a saciar su hambre y sed de justicia; a que sientan la paternidad premurosa de Dios; a mostrarles el camino al Reino de los Cielos”.
Por Pablo Esparza
lhp