GINEBRA. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró ayer que el brote de ébola en la República Democrática del Congo (RDC) se ha convertido en una emergencia sanitaria internacional, pero pidió que ninguno de los países vecinos cierre su frontera porque no hay necesidad de ello.
El brote, declarado hace 11 meses en una región inestable, ha resultado persistente pese a una vacuna altamente efectiva y una rápida respuesta internacional, convirtiéndose en el peor de la RDC con mil 700 muertos.
La OMS aclaró que no recomienda restricciones de viajes o comercio con la RDC porque en lugar de ayudar esto tendría un terrible impacto en la economía del país y sería contraproducente.
Asimismo, enfatizó que se trata de una emergencia de carácter regional por lo que todavía no representa un alto impacto para el mundo.
Esta es la quinta declaración de su tipo en la historia. Las emergencias previas fueron declaradas por el devastador brote de ébola entre 2014 y 2016 en África occidental que mató a más de 11 mil personas, la emergencia de zika en América, la pandemia de gripe porcina y la erradicación de poliomielitis.
"El comité está preocupado de que un año después del brote, hay señales inquietantes de una posible propagación de la epidemia", dijo el informe de la comisión, que había estado bajo presión de muchos expertos que sentían que la escala del brote y los riesgos que implicaban merecían que se declarara un estado de emergencia.
Confinado a la RDC, el ébola mostró de nuevo su peligrosidad, ya que de los dos mil 512 enfermos reportados han muerto mil 676, en un balance provisional.
POR REUTERS, EFE Y AP
Amenaza mundial por ébola
La OMS lanzó la alerta y pidió a los países vecinos no cerrar sus fronteras