Evo Morales, su ambición por la reelección lo derrota #PersonajeDelAño

El enojo y hartazgo social sacudieron Sudamérica , cuando los dudosos resultados de la elección presidencial en Bolivia llevaron a una crisis que provocó la dimisión del presidente Evo Morales, y su asilo en México entre denuncias de un golpe de Estado cívico-militar.

Tras casi 14 años en el poder y un desempeño exitoso, Morales buscó su tercera reelección, a pesar del rechazo en un referendo en 2017. Su cuarto periodo lo mantendría en el poder hasta 2025. Bolivia se convirtió en el centro de atención el 20 de octubre, cuando la información oficial de resultados fue suspendida mientras Morales llevaba una ventaja cómoda, pero insuficiente para evitar una segunda vuelta.

El 21 de octubre, cuando la autoridad electoral reanudó su recuento, Morales tenía ya el puntaje necesario para evitar el balotaje el 15 de diciembre, y el 24 de octubre el conteo oficial le daba 47.07% de los votos, contra 36.51% de su principal opositor, Carlos Mesa, o sea .56 centésimas de punto por encima del 10% necesario.

El siguiente paso lo dio el Tribunal Supremo Electoral (TSE), al oficializar, el 1 de noviembre, el triunfo de Morales. Pero la oposición, ya fortalecida en la calle, llamó a no reconocer los resultados. El gobierno invitó a la OEA para revisar esos comicios. El 10 de noviembre, la OEA presentó un informe sobre las elecciones del 20 de octubre, donde detalló graves irregularidades. Morales llamó a nuevas elecciones, para frenar las manifestaciones que reclamaban su renuncia.

Pero el tiempo y los acontecimientos se le vinieron encima. Sectores de la Policía Nacional habían rehusado desde el viernes 8 de noviembre “reprimir” a los opositores, y luego del reporte de la OEA, la Central Obrera Boliviana, uno de sus principales soportes políticos, le pidió que renunciara para pacificar el país. Poco después el Ejército se sumó a la recomendación de renuncia para garantizar la estabilidad. Morales no tuvo más que anunciar su dimisión para contribuir a la paz.

Ya asilado en México, denunció reiteradamente que fue víctima de un golpe de Estado. Su salida agravó la crisis pues no sólo renunciaron los miembros de su gabinete –incluso el Ministro de Defensa– sino los presidentes de la Cámara baja, el Senado y la presidenta del TSE –que fue detenida–.

Veinte funcionarios del gabinete de Morales se asilaron en la embajada mexicana en Bolivia, y Evo llegó a México el 12 de noviembre, por invitación del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que citó una larga tradición diplomática y humanitaria y la importancia de salvaguardar la vida del mandatario indígena.

La vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, se autoproclamó presidenta interina de Bolivia, después esa administración acusó a Morales ante la Corte Penal Internacional por por crímenes de lesa humanidad. Cabe mencionar que la gestión de Morales, hoy en Argentina, fue positiva en términos económicos, por ejemplo: el PIB per cápita) aumentó en 191%, pasó de mil 219 dólares a tres mil 549 anuales.


LA RUTA SIN RETORNO

  • El 20 de octubre, Evo Morales buscó su tercera reelección contra su opositor, Carlos Mesa.
  • Tras la duda de los resultados electorales, Morales renunció al cargo, el 10 de noviembre.
  • Evo arribó, el 12 de noviembre, a México, tras aceptar el asilo político y humanitario.
  • Morales se va México. Llegó a Argentina –el 12 de diciembre– como refugiado.
https://issuu.com/elheraldodemexico/docs/personaje_del_an_o960

POR ISRAEL LÓPEZ G.

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