El cardenal George Pell, el tercer funcionario más alto del Vaticano, deberá ser sometido a juicio por al menos tres cargos de abuso sexual, dictaminó este martes un tribunal australiano, prometiendo prolongar un caso que ya se prolongó durante meses y que muchos ven como un momento de cálculo para una iglesia atormentada por el escándalo.
Belinda Wallington, magistrada de Melbourne, descubrió que había pruebas suficientes para que los fiscales llevaran el caso del cardenal a juicio, poniendo fin a una audiencia preliminar de dos meses, en la que los testigos describieron el abuso que dijeron ocurrió hace décadas.
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El cardenal Pell, de 76 años, es el funcionario católico de mayor rango en ser acusado de crímenes de abuso sexual.
Como jefe de finanzas del Vaticano, el Papa le concedió permiso para regresar a Australia para llevar a cabo su defensa.
El cardenal ha sido acusado de "delitos sexuales históricos", lo que significa que tuvieron lugar hace décadas, pero los detalles de la denuncia penal, incluidas las identidades de sus acusadores, no se han hecho públicos.
Dichos casos están sujetos a los estrictos estándares de desacato de Australia y otras restricciones legales que prohíben a los periodistas informar sobre detalles de alegaciones penales.
Robert Richter, el abogado del cardenal, dijo el año pasado que había pruebas "voluminosas" para demostrar que "lo que se alegó es imposible".
Con información de AP, The New York Times