LONDRES.- Los padres del pequeño Alfie, un bebé británico de 23 meses en estado terminal, volverán este miércoles a la corte para que les permitan llevarse a su hijo a Italia a continuar tratamiento, en vez de dejarlo morir.
El Hospital Alder Hey de Liverpool (noroeste) desconectó el lunes al niño del soporte vital, con el permiso de la justicia, porque los médicos consideran que no hay esperanzas de recuperación y mantenerlo en vida es prolongar su agonía.
Sin embargo, el apoyo del Papa Francisco a los padres, la oferta de un hospital de Roma -administrado por el Vaticano- de recibir al muchacho, que recibió rápidamente la nacionalidad italiana, han animado a los padres, Tom Evans y Kate James, a presentar el enésimo recurso, que será examinado este miércoles en la Alta Corte de Londres.
El caso ha provocado un gran debate en el Reino Unido sobre los límites de la justicia o la medicina, y ha despertado enorme interés en Italia.
Podría estar en Italia a estas horas", lamentó el martes el padre del niño, Tom Evans. "Yo no abandono, porque Alfie respira, no sufre".Evans hizo estas declaraciones el martes, después que el magistrado Anthony Hayden asegurara, en una audiencia especial en Mánchester, en el noroeste del país, que este caso de larga data había llegado a su "capítulo final", rechazando la petición de la familia para trasladar a Italia a este niño que se encuentra en estado semivegetativo. La Alta Corte de justicia británica, la Corte de Apelación, la Corte Suprema, y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ya habían rechazado la petición de los padres.