LIMA.- La aprobación unánime de un compromiso contra la corrupción enmarcó las diferencias entre los países del continente sobre sus implicaciones, con la ausente Venezuela en el centro de un feroz debate.
De un choque entre el vicepresidente estadounidense Mike Pence, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez ,a la consideración de que la lucha anticorruptela puede ser otro instrumento intervencionista, la crisis venezolana literalmente desplazó la atención respecto al llamado "Compromiso de Lima de Gobernabilidad Democrática frente a la Corrupción".
Pero ese era el tema del encuentro. Desde el comienzo de la sesión plenaria el primer orador, el argentino Mauricio Macri, anunció que su país desconocería las elecciones venezolanas y fue apoyado casi de inmediato por el chileno Sebastián Piñera. Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, afirmó que su país no reconocería unas elecciones diseñadas para "maquillar una dictadura".
La repulsa a las elecciones convocadas por Nicolás Maduro tuvo respaldo del vicepresidente estadounidense Pence y otros.
El anfitrión del encuentro, el presidente peruano, Martín Vizcarra, por ejemplo, señaló la necesidad de llegar a una resolución de la crisis en Venezuela. Pero otro de los primeros oradores, el boliviano Evo Morales, que fue el primero, pero no el único, en denunciar que la lucha contra la corrupción es ahora lo que en su momento fueron el anticomunismo o la lucha contra las drogas.
Para Morales, sería el pretexto para justificar acciones desestabilizadoras contra gobiernos y procesos legítimos, como él dice, hay en Venezuela. Para otros países, especialmente del Caribe inglés, como Dominica o San Vicente y las Granadinas, no sólo se trata de una cuestión de respeto, sino también de la posibilidad que países más grandes traten de imponer procesos por los cuales ellos no han pasado.
Al final de la sesión principal, Pence convocó a los países de la región a "hacer más" para resolver la crisis que el presidente Maduro niega que exista, y para presionar a su gobierno para que acepte ayuda humanitaria. Fue entonces cuando el canciller Rodríguez pidió la palabra para contradecir a Pence, que había criticado al gobierno cubano porque, en sus palabras, continúa el empobrecimiento y la represión de sus ciudadanos.
"Estados Unidos seguirá apoyando al pueblo cubano", dijo Pence, para luego afirmar que "la dictadura de Cuba no es única" y "trata de exportar" su ideología al alentar y apoyar "la fallida dictadura de Venezuela".
Rodríguez rechazó las frases de Pence al que acusó de "ignorar la realidad", y acusó a EU de la violación de derechos humanos dentro y fuera de su territorio. "Es nada democrático atacar a Venezuela y criticar a Nicolás Maduro cuando han sido excluidos" de la reunión "por presiones estadounidenses", dijo Rodríguez.
El asesinato de dos periodistas y un auxiliar ecuatorianos, por grupos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), encontró una condena general, mientras el bombardeo estadounidense en Siria por el uso de gases venenosos tuvo un amplio respaldo, que Pence agradeció.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS / ENVIADO