Youtube, Facebook, Instagram y Twitter fueron las redes que utilizó Alexandra Garmazhapova, quien trabajó en Internet Research Agency (IRA) empresa de análisis de datos conocida como La Fábrica rusa de noticias falsas, con el fin de incidir en las elecciones presidenciales estadounidenses en 2016.
La Fábrica rusa de noticias falsas está ubicada en el número 55 en un moderno edificio de San Pettesburgo, ciudad en la que nació Vladimir Putin.
La instrucción que recibió Garmazhapova, como parte de su trabajo, fue hacerse de las herramientas necesarias para escribir textos online glorificando a Putin y derrocar desde Rusia la imagen de Estados Unidos en el mundo.
También se ordenó tumbar en 2016, la campaña de (la demócrata) Hillary Clinton, quien perdió las elecciones presidenciales con el ahora presidente Donald Trump.
En entrevista con El Heraldo de México, Garmazhapova narró que en ese momento La Fábrica sólo contaba con 10 empleados y era financiada por Yevgeny Prigozhin, oligarca amigo de Putin.
Prigozhin, es un empresario del rubro gastronómico, y conocido en la prensa como El Cocinero de Putin, por tener la empresa Concord Catering que sirve alimentos al Presidente ruso y su comitiva.
“El objetivo de La Fábrica ha sido dividir a los estadounidenses, sembrar desconfianza en su democracia y caos en el mundo en general”, comentó Garmazhapova.
En realidad, Alexandra era una periodista encubierta en La Fábrica, que laboraba para un periódico ruso y se proponía hacer un reportaje de investigación. Hoy es reportera en Kavkaz Realli en Praga.
Para la periodista algunas guerras –muy poderosas– ya no se dan en los campos de batalla, con tanques y armas, sino a través de sistemas informativos. Ella lo describe como la guerra de la propaganda.
“La Fábrica estaba iniciando, pero vi signos de expansión; la empresa pasó de una docena de trabajadores a 300 empleados de tiempo completo en muy poco tiempo, y su dueño, Yevgeny Prigozhin, ha estado bajo la protección de Putin”.“En realidad el objetivo de Prigozhin ha sido crear caos en el mundo de la información. Se trata de un hombre corrupto que nos indicaba hablar todo lo mal que pudiéramos de América, Estados Unidos , aunque fueran Fake News (noticias falsas) para en contraste, enaltecer a Putin”, aseguró. “Por ejemplo Rusia y su Presidente están absolutamente contra la homosexualidad y Trump también. Ahí una de las razones del apoyo de Putin hacia Trump. El objetivo era dividir a los estadounidenses, debilitar a Clinton y así favorecer la candidatura del magnate, porque votar por Trump es hacerlo también por Putin, el racista, sexista, el hombre rudo”, explicó. “(Prigozhin) estaba dispuesto a gastar millones para promover una buena imagen de Putin online y a partir de ello ha obtenido contratos millonarios para surtir los alimentos no sólo en el Kremlin sino en las escuelas públicas de Rusia”. La Fábrica rusa de noticias falsasvolvió al centro del debate después de que el pasado 16 de febrero el fiscal estadounidense, Robert Muller, imputara a 13 rusos y a tres empresas por la injerencia en las elecciones presidenciales de 2016. Prigozhin y su empresa fueron parte de los imputados por violar las leyes con la intención de interferir: “en las elecciones y los procesos políticos estadounidenses”, según el departamento de Justicia de EU. MODUS OPERANDI Según La Oficina Federal de Investigaciones(FBI), 80 personas se dedicaban día y noche desde Rusia a sembrar la discordia. Para afinar su ofensiva, los rusos recolectaron previamente información en EU estudiando las pautas de lectura digitales de la población en asuntos políticos, las métricas de audiencia, la adherencia de los lectores, y actualización y flujo de contenidos en red. Con esta base, crearon en redes sociales cientos de cuentas bajo identidades falsas o robadas. POR CRISTINA PÉREZ-STADELMANN