QUITO. Ecuador anunció ayer que cortó los sistemas de comunicación "con el exterior" de Julian Assange, refugiado en su embajada en Londres desde 2012, en una nueva represalia por interferir en asuntos de otros países.
En un comunicado, el gobierno de Lenín Moreno advirtió además al ciberactivista australiano que podría adoptar "nuevas medidas ante el incumplimiento del compromiso (de no interferir) por parte de Assange".
"La medida fue adoptada ante el incumplimiento por parte de Assange del compromiso escrito que asumió con el gobierno a finales de 2017, por el que se obligaba a no emitir mensajes que supusieran una injerencia en relación a otros Estados", señala.
Quito no ofreció detalles de qué tipo de comunicaciones le fueron cortadas —aunque se asegura que es internet, teléfono y visitas— ni de cómo Assange incumplió el acuerdo, pero la medida fue anunciada luego de que el fundador de WikiLeaks reprochó el lunes, a través de Twitter, la expulsión coordinada de diplomáticos rusos en los países occidentales en respuesta al envenenamiento del doble espía ruso Serguéi Skripal y su hija.
"A pesar de que es razonable que Theresa May (primera ministra británica) piense que el Estado ruso es el primer sospechoso, hasta ahora las pruebas son circunstanciales", sostuvo.Además, comparó la detención del independentista catalán Carles Puigdemont, el pasado domingo en Alemania, con la de Lluís Companys por la Gestapo en 1940, para su posterior extradición a España y fusilamiento por el régimen franquista. El gobierno de Ecuador advirtió que "el comportamiento de Assange, con sus mensajes a través de las redes sociales, pone en riesgo las buenas relaciones que el país mantiene con Reino Unido, con el resto de los Estados de la Unión Europea y otras naciones". El martes, el secretario de Estado para Asuntos exteriores británico, Alan Duncan, declaró que "es muy lamentable que Julian Assange se quede en la embajada de Ecuador" y añadió que "es hora de que ese miserable gusanito salga de la embajada y que se entregue a la justicia". El creador de WikiLeaks, de 46 años, se refugió en 2012 en la embajada ecuatoriana en Londres, para evitar ser extraditado a Suecia, que lo reclamaba para que enfrentara supuestos delitos sexuales que él niega. En diciembre pasado, el presidente ecuatoriano Lenín Moreno, en el cargo desde mayo de 2017, pidió a Assange no intervenir en la crisis separatista de Cataluña después de que el ciberactivista usara la red social Twitter para apoyar la campaña de independencia catalana. Posteriormente, en enero pasado, el gobierno de Ecuador dijo que la situación de Julian Assange era humanamente insostenible y pidió una mediación internacional; ese mismo mes, se dio a conocer que el ciberactivista obtuvo la nacionalidad ecuatoriana desde diciembre. A través de WikiLeaks se filtraron miles de datos de las guerras de Afganistán e Irak. POR AFP Y EFE