El ataque con disparos a por lo menos un autobús de la caravana electoral del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva provocó llamados a la calma en Brasil, donde se teme una escalada de violencia y polarización en vísperas de las cruciales elecciones de octubre.
La policía del estado brasileño de Paraná, fronterizo con Argentina y Paraguay, dijo que considera una “tentativa de homicidio” los disparos de la noche del martes contra el convoy de autobuses que transporta a Lula da Silva, miembros del Partido de los Trabajadores (PT), consejeros y periodistas locales e internacionales.
No hay aún un informe policial de lo sucedido, pero relatos de líderes del PT indican que un autobús fue forzado a reducir la velocidad por causa de dos ruedas pinchadas por clavos colocados en la carretera, y entonces al menos cuatro disparos impactaron contra la chapa del vehículo, que transportaba a la prensa.
“Si piensan que con piedras y tiros van a debilitar mi disposición a luchar están equivocados”, mientras el PT calificó el ataque de “emboscada”, dijo Lula da SilvaEn un clima de profunda polarización por el futuro de Lula condenado a 12 años y un mes por corrupción y lavado, pero líder en las encuestas para los comicios-, miembros del gobierno y del sector político condenaron lo sucedido y pidieron calma. “Esta onda de violencia, ese clima de unos contra otros no puede continuar”, dijo el presidente Michel Temer, en un mensaje en las redes sociales. https://twitter.com/MichelTemer/status/978993723102060555