WASHINGTON. El Congreso debe actuar para reformar las leyes relativas a las armas de fuego, dijo ayer el presidente Donald Trump en una reunión con legisladores en la Casa Blanca, durante la cual propuso hacer más estrictas las revisiones de antecedentes de los compradores, mejorar la seguridad en las escuelas y aumentar los recursos para la salud mental para impedir que ocurran tiroteos.
"No podemos esperar, andar jugando y conseguir nada", declaró Trump al inicio del encuentro con 17 legisladores de la Cámara de Representantes y el Senado.
"Queremos parar los problemas".
Trump mencionó en particular la necesidad de revisiones más estrictas de antecedentes, a lo que se han opuesto los republicanos en el Congreso y la Asociaicón Nacional del Rifle (NRA). Sin embargo, el Presidente dijo haber manifestado a representantes de la NRA, durante un almuerzo reciente, que son necesarios cambios en la cultura de las armas.
"Oigan, soy el admirador más grande de la Segunda Enmienda", afirmó Trump. "Llegó la hora... Tenemos que parar estas tonterías".
La reunión en la Casa Blanca tuvo lugar en medio de la controversia más reciente sobre las leyes de armas, y fue impulsada por los alumnos que sobrevivieron a la masacre en la secundaria Marjory Stoneman Douglas, de Florida.
Ayer, Trump acusó a los legisladores de tener "miedo" de la NRA, "algunos de ustedes están petrificados de (miedo de) la NRA, y no pueden estarlo".
El impulso a una legislación sobre las armas se ha estancado en el Congreso debido al poco interés de los republicanos para concretar leyes que endurezcan los controles sobre las armas.
El senador demócrata Chris Murphy dijo al Presidente que si él apoyara una iniciativa en el Congreso para ampliar las revisiones de antecedentes, la medida sería aprobada.
ADIÓS A LOS RIFLES
Una de las mayores cadenas de artículos deportivos de Estados Unidos, Dick's Sporting Goods, anunció ayer que no venderá más rifles de asalto, tras la masacre de Florida que dejó 17 muertos.
Por su parte, la cadena de tiendas Walmart anunció ayer que ya no venderá armas de fuego a menores de 21 años de edad.
La decisión marca un fuerte posicionamiento en el sector privado tras la inédita movilización de jóvenes estudiantes que sobrevivieron a la tragedia en la escuela secundaria de Parkland, que se han convertido en el rostro de la batalla por el control de armas en Estados Unidos.
Ayer, llorosos, desafiantes y rodeados de mensajes de apoyo, flores y una fuerte presencia policial, los estudiantes volvieron a su escuela en Parkland, Florida.
Los adolescentes entraron a la escuela Marjory Stoneman Douglas en esta ciudad al norte de Miami, amparados por docenas de policías y de equipos SWAT que se formaron en línea en las veredas para saludar a los estudiantes, cada uno, con un "buen día".
"No tengo miedo", dijo Sean Cummings, de 16 años. "Lo único es que es raro regresar después de todo lo que pasó".
AGENCIAS