Trump y el estilo personal

"Si te vienen a contar cositas malas de mí, manda a todos a volar y diles que yo no fui"   Es muy poco probable que el presidente Donald Trump conozca esa ya vieja canción de la mexicana Consuelo Velázquez, pero bien podría ser su himno personal, o su "mantra" si se quiere. Trump es el ya ahora típico personaje político que no acepta responsabilidades o culpas, que siempre busca señalar a alguien más cuando no quejarse o acusar de faltas o carencias de sus adversarios. En la acumulación de escándalos que han sido los ya 13 meses que van del gobierno Trump, es difícil recordar alguno en que el mandatario haya aceptado culpa o pedido disculpas a alguien. Más bien, mantiene la personalidad que asumió desde sus primeros años como empresario y de acuerdo con las enseñanzas de sus mentores: la mejor defensa es el ataque o desviar las culpas. No en balde sus empresas han sido protagonistas de unas cuatro mil demandas y contrademandas. Y eso es lo que hoy hace Trump, como Presidente. Por un lado, no ha cesado de atacar a sus críticos y de hecho literalmente declaró la guerra a los medios, al menos a los que no están de acuerdo con él, a los que ha llegado a calificar como traidores a la nación. Por otro, busca responsabilizar a alguien de sus problemas o errores. La animosidad personal entre él y su antecesor, el demócrata Barack Obama, no es ya ningún secreto. De hecho, puede afirmarse que una gran parte del programa de trabajo de Trump ha sido sobre todo desmantelar lo hecho por Obama, de la reforma de salud a la terminación del programa de soñadores (que Obama inició a regañadientes, por cierto). Ahora Trump pide que el Departamento de Justicia investigue al gobierno Obama por la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016. "Si toda la injerencia rusa tuvo lugar durante la administración Obama, justo hasta el 20 de enero (de 2017) ¿Por qué no son ellos sujetos de la investigación?",  demandó Trump en un mensaje de tuit. El punto no es malo, toda vez que de acuerdo con reportes el gobierno Obama estaba al tanto y advirtió incluso al nuevo Presidente sobre la situación. Pero el hecho también es que personas cercanas a Trump, de sus asesores Paul Manafort y Michael Flynn, a su hijo Donald Jr. y su yerno Jared Kushner, tuvieron algún tipo de contacto con presuntos agentes rusos que ofrecían información negativa sobre la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton. Es perfectamente posible que como dice Trump, haya algo o mucho que investigar en torno a las acciones del gobierno Obama. Pero eso no elimina sus problemas, más bien parece un intento de desviar la atención de la opinión pública o de justificarse ante sus propios votantes.
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