Se alía Nicolás Maduro a terroristas

El régimen de Nicolás Maduro, en Venezuela, tiene un nuevo aliado: el llamado Ejército de Liberación Nacional (ELN), de corte marxista-leninista y calificado como grupo terrorista por Colombia, la Unión Europa, Estados Unidos y Canadá. A ellos, el Presidente venezolano abrió la radio pública para adoctrinar el sur de ese país, además de que les entregó el control de las despensas de ayuda a los más necesitados (CLAP). Son tres, al menos, las estaciones de la radio venezolana donde se hace propaganda ideológica y adoctrinamiento en favor del ELN, denunció a El Heraldo de México la Fundación Redes. Al ELN, con unos dos mil integrantes, se le atribuye la autoría de nueve mil 221 muertos en el periodo de 1978 hasta 2015, de acuerdo con el Centro de Memoria Histórica de Colombia. Tan sólo la semana pasada, la guerrilla realizó 16 ataques, dejando al menos seis muertos, por la negativa del gobierno a reanudar los diálogos de paz. Javier Tarazona, director de la Fundación Redes, dijo en entrevista desde Venezuela que "el gobierno de Maduro permite que el ELN tenga sus espacios en los medios de comunicación y a su vez la guerrilla colombiana se ha convertido en un brazo armado de su gestión para defender la revolución en estados fronterizos, como Táchira y Apure". Esa guerrilla está considerada por la Unión Europea como terrorista, y la ubica en la posición 14 de una lista 21 grupos extremistas; el Departamento de Estado de EU, hasta julio de 2017, también la catalogaba de la misma manera, y desde 2003 Canadá la considera extremista. El activista explicó a este diario que "en 2012 ganó la gobernación de Táchira José Vielma Mora, un aliado del Partido Socialista Unido de Venezuela, del gobierno de Maduro, y desde entonces iniciaron las trasmisiones de la guerrilla colombiana a través de la estación 96.6 FM; luego abrieron la 95.5 FM —que da cobertura a tres estados del país Zulia, Táchira y Apure—, y hay otra emisora, la 90.1 FM, que se escucha en el estado de Apure y en Táchira". Estas emisoras en favor de la guerrilla colombiana trasmiten contenido que está violentando la normativa jurídica venezolana, la ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisión conocida como la Ley Resorte, con el apoyo del gobierno venezolano. Esta ley considera a la radio y la televisión de "interés público", cuando antes se los consideraba de "interés general". Tiene mayores controles y regulaciones estatales. Se limita la inversión extranjera en telecomunicaciones en los servicios de radio y televisión. Tarazona explicó que "hemos documentado esta denuncia ante organismos nacionales e internacionales porque se percibe la incoherencia por parte del gobierno venezolano que cierra emisoras comerciales y comunitarias que tienen una línea editorial de crítica hacia las políticas públicas, pero permite la trasmisión de emisoras de los grupos terroristas e irregulares con actividades adoctrinantes e ideologizantes para la comunidad". El también presidente del Colegio de Profesores, sección Táchira, denunció cómo el ELN controla las cajas de comida CLAP de alimentos básicos (aceite, pasta, arroz), que se dan desde 2017 a población venezolana. Lo inédito, —dijo— es que estas cajas incluyen una calcomanía donde se lee: “El ELN, a través del Frente Carlos Germán Velasco Villamizar, siempre junto al pueblo, sembrando sueños, raíces y esperanza de una vida mejor, comparte el legado el comandante Hugo Chávez para superar la guerra económica; garantizamos el amor a los niños y el abastecimiento soberano al pueblo. Sintoniza nuestra emisora Antorcha Estéreo todos los días, 90.1 FM". “Hemos documentado por segundo año consecutivo cómo el ELN cautiva a niños y adolescentes en territorio venezolano con la entrega de regalos, tomando provecho de la crisis, económica y la de sus padres, que no pueden proveerles esos obsequios. "La guerrilla cumple el papel que no pueden cumplir mamá y papá como producto de la crisis, ctúa así para luego reclutarlos", resaltó Tarazona. Dejó claro que seguirán con las denuncias: "y hago responsable al gobierno de Venezuela y a sus instituciones, de lo que me pueda pasar a mí, a mi familia o a los directivos de la Fundación Redes", concluyó. POR CRISTINA PÉREZ-STADELMANN E ISRAEL LÓPEZ
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