VATICANO. En una multitudinaria misa de canonización celebrada ayer en la plaza de San Pedro, Francisco, el máximo jerarca de la Iglesia católica, proclamó ayer santos al asesinado arzobispo salvadoreño Óscar Romero, emblema de una Iglesia comprometida con los pobres, y al papa italiano Pablo VI, el pontífice del diálogo.
"Declaramos y consideramos santos a Pablo VI y a Óscar Arnulfo Romero Galdámez", declaró, según la fórmula en latín el papa Francisco, quien canonizó en la misma ceremonia a los religiosos Francisco Spinelli, Vicente Romano, María Catalina Kasper, Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús y al laico Nuncio Sulprizio.El papa Pablo VI fue "el profeta de una Iglesia extrovertida que mira a los lejanos y cuida de los pobres", declaró Francisco durante la homilía.
"Es hermoso que junto a él y a los demás santos y santas de hoy, se encuentre monseñor Romero, quien dejó la seguridad del mundo, incluso su propia incolumidad, para entregar su vida según el Evangelio, cercano a los pobres y a su gente, con el corazón magnetizado por Jesús y sus hermanos", añadió suscitando aplausos y ovaciones.[caption id="attachment_383942" align="aligncenter" width="768"] Papa santifica a Óscar Romero y a Pablo V. Foto: Filippo MONTEFORTE / AFP.[/caption] En homenaje, el Papa usó como vestimentas litúrgicas durante la ceremonia el cíngulo con sangre que llevaba en la cintura Romero el día de su asesinato en 1980, así como la casulla de Pablo VI. Entre religiosos, fieles y autoridades de los dos continentes unas 70 mil personas asistieron a la solemne proclamación en el Vaticano, entre ellos unos siete mil salvadoreños, según informó la Gendarmería del Vaticano. Por AFP, EFE Y AP jrr