La manada, los "Porkys" españoles

  En España ha causado conmoción la denuncia de una violación tumultuaria a una chica de 18 años por un grupo de jóvenes conocidos como La Manada, un caso similar al cometido en México por los veracruzanos apodados como Los Porkys. Se espera que La Manada reciba su sentencia a finales de este mes o a más tardar a principios de febrero. En Pamplona, la madrugada del 7 de julio de 2016, en el marco de los Sanfermines, cinco sevillanos presuntamente abusaron de una chica, cuyo nombre no ha sido revelado para proteger su identidad. La madrileña aseguró que fue abordada por los jóvenes, que se ofrecieron a acompañarla al auto donde se encontraba un amigo de ella, pero en el camino la ingresaron en un edificio donde creyó, fumarían un porro. La obligaron a practicarles felaciones a unos, mientras otros la penetraban, y lo videograbaron. Un año y medio antes, en enero de 2015, en el municipio de Boca del Río, Veracruz, cuatro jóvenes apodados como Los Porkys, abusaron de Daphne, menor de edad, y también grabaron el hecho. El caso acaparó los reflectores de la prensa en 2016, cuando el padre de ella difundió una carta y un video con la confesión de los jóvenes, acusando el nulo avance de la investigación y agresiones contra su hija. Los Porkys son hijos de empresarios y políticos locales, que eran conocidos por sus desmanes en algunas discotecas. La Manada, es el nombre del grupo de WhatsApp en que los sevillanos compartían fotos y videos de sus andadas sexuales.

Investigaron a la víctima

Pese a que están detenidos desde el día de los hechos, la indignación en España estalló, porque los jueces pusieron en duda la versión de la víctima, ya que en la grabación nunca se escucha un “No”; se duda de la agresión porque no se observa que ella buscara defenderse. La defensa de la madrileña argumentó que ella estaba en shock, pasiva, sometida, deseando que todo acabara cuanto antes; activistas aseguran que la actitud sumisa probablemente le salvó la vida. Pero la mayor polémica la causó el tribunal, que aceptó un informe de detectives privados contratados por uno de los acusados, en el que hurgaron en la vida personal y las redes sociales de la víctima, para tratar de comprobar que no sufrió ningún trauma. Y en cambio, el tribunal sí rechazó los whatsapps previos a la noche del abuso sexual, en el que los jóvenes hablan de otra agresión. El escándalo fue tal que provocó movilizaciones de asociaciones feministas bajo el lema ¡Yo sí te creo!; finalmente, en la novena sesión del juicio, de última hora se retiró de la causa el informe de los detectives. Durante el juicio, los jóvenes veinteañeros se declararon inocentes y aseguran que en una charla comenzaron las insinuaciones sexuales, y la chica dijo que “podía con los cinco”. Conversación que ella aseguró, nunca ocurrió. La Fiscalía pide 22 años y 10 meses de prisión, mientras que el abogado de la madrileña reclama 26 años; la sentencia se sabrá en los próximos días. En tanto, en México, el caso de Los Porkys va a paso lento, debido a amparos y reposición de procesos solicitados por las defensas de los veracruzanos. Por Alejandra Martínez
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