Si Donald Trump no fuese presidente, ya habría sido despedido, o al menos apercibido, por el reciente tuit en el que habló mal de una periodista televisiva, según expertos en las redes sociales y en las relaciones laborales.
Y si estuviese buscando empleo, señalan estos expertos, los tuits que envía harían sonar señales de alarma si una empresa revisa su actividad en las redes sociales, una práctica cada vez más común.
La gente se equivoca si piensa que es tolerable decirle a un hombre “Psycho Joe” (el loco Joe) y que una mujer “sangraba mucho de un estiramiento facial” y tenía un coeficiente intelectual bajo, como hizo Trump.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/880408582310776832
“El señor Trump hubiese sido despedido por sus tuits de hoy, y casi por los que emite todos los días”, sostuvo Mike Driehorst, experto en redes sociales de la agencia de márketing Weaving Influence. “Las empresas son muy sensibles a las críticas y a los informes de prensa”.
Nannina Angioni, abogada laboral del estudio de Los Ángeles Kaedian, dijo que, si bien hay libertad de expresión y se puede criticar al empleador u organizar un sindicato, “si vas a Twitter y dices que tu patrón es un ‘psycho’ o que tu CEO tien ‘bajo coeficiente intelectual’, eso bien puede costarte el empleo”.
Los empleados del gobierno también deben cuidarse de lo que dicen. La Administración de Servicios Generales prohíbe "incurrir en lenguaje vulgar o abusivo, ataques personales de cualquier tipo y términos ofensivos que aluden a individuos o grupos". La Casa Blanca no respondió a pedidos de comentarios.
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