Candidato presidencial chileno acusa a la OEA de injerencia en los países

 Por Cristina Perez Stadelman Para el diputado chileno y candidato presidencial independiente José Antonio Kast, diputado de la República de Chile y candidato independiente para las eleciones presidenciales del 19 de noviembre próximo, las instituciones "son utilizadas como "instrumento para avanzar agendas ocultas de ciertas elites ideológicas". Kast, presidente del Comité promotor del primer Congreso Hemisférico de Parlamentarios “Retos a la Democracia en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos”, aseguró a El Heraldo de México que las decisiones del sistema interamericano en ese sentido "atentan contra la Democracia y la Soberanía de los países miembros de la Organización". La OEA sostendrá su reunión anual la próxima semana en Cancun (México). De acuerdo con Kast, la OEA  está “ usurpando las facultades legislativas y judiciales de los distintos países, toda vez que el artículo 1 de la Carta de la organización establece que “no tiene más facultades que aquellas que expresamente le confiere la presente Carta, ninguna de cuyas disposiciones la autoriza a intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros. A más de 600 parlamentarios nos preocupa grandemente que la OEA, la Comisión y la Corte, a través de sus políticas, señalamientos y decisiones, continúen usurpando obligaciones que son únicas y exclusivas de las instituciones legislativas y judiciales de nuestros países". -¿Esto no se está cumpliendo?¿De que manera la OEA interviene en las legislaciones de los 26 estados miembros? Lo que está buscando hoy la OEA es pasar sobre la legislación de cada uno de los países, sobre la autoridad jurídica de los países. Por ejemplo en Chile donde nosotros no tenemos todavía Ley de matrimonio homosexual. Lo que ha ocurrido es que parejas homosexuales se presentan delante del oficial del registro civil, demandan  al estado para que los case, el estado responde que no puede casarlos, los interesados concurren a los tribunales de justicia, demandan al estado frente a los Tribunales de Justicia Chilenos, pierden en todas las instancias, y acto seguido acuden a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La Corte dentro de sus atribuciones llama al estado de Chile junto con un arbitraje, y la organización Movilh que es el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual en Chile y les dice que los conmina a una reconciliación. El Estado, hoy dirigido por una presidenta de izquierda afín a estas políticas de casamiento homosexual y ministros de Estado firman un acuerdo con la organización Movilh. Acto seguido señalan que van a dar  todos los pasos necesarios para acelerar en Chile el matrimonio homosexual. Hoy día esa Ley se va a tener que discutir frente al Parlamento chileno. Este es un caso de cómo en base a este tipo de determinaciones que realizan organismos de la OEA se está usurpando todas las atribuciones que tienen los países de regirse de manera independiente. Lo que está haciendo la Corte Interamericana de Derechos Humanos en este caso es tratar de reinterpretar el Pacto de San José y dictar una nueva carta de Derechos Humanos con los que no estamos de acuerdo, existe una profunda preocupación ante el debilitamiento del Estado de derecho , la legitimidad del sistema interamericano y la protección de los derechos humanos en las Américas si el presente abuso de autoridad previamente advertido persiste. Expresamos por tanto, nuestra consternación ante los agresivos y continuados esfuerzos de la OEA, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos por adelantar e imponer a los Estados miembros ciertas políticas y perspectivas ideológicas que atentan contra el derecho a la vida (aborto) la familia, y las libertades de expresión de asociación y religiosa y que terminan influyendo sobre el Parlamento de un país. Esto representa un ataque sin precedentes  a la independencia y autodeterminación de los Estados miembros, pues interfieren en asuntos que no están contemplados por la Convención y que, por ende, corresponden a la jurisdicción interna de los Estados.   -¿De continuar esta injerencia de la OEA -como usted refiere- dónde se llegaría? Lo defino como una especie de dominación por parte de organismos internacionales de la realidad de la cultura, de la legislación de los distintos países. Si esto no se detiene puede llegar a crearse una especie de supraconstitución, suprapoder, por sobre el concepto de soberanía de los distintos países, y eso es  algo que hay que denunciar, porque van avanzando paso a paso y después los países van sujetándose a estas normas, sujetándose a este supra poder y no respetando la autodeterminación de cada uno de los pueblos.   -¿Cuáles deberían ser para usted las reales preocupaciones de la OEA? La OEA hoy día debería estar más preocupada de el caso de Venezuela logrando que se termine la dictadura del señor Maduro y no preocupada en los baños trans que ha colocado dentro del edificio de la OEA. Este es un primer paso, el Primer Congreso que convocado por Parlamentarios de Colombia, República Dominicana, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Ecuador, CostaRica y Chile. La idea de esto es comenzar a alzar la voz, y que en muchos de los Estados las cosas vayan cambiando, y considero que sí han ido cambiando: Brasil ya no tiene a Dilma Rousseff a la cabeza, Argentina ya no tiene a Cristina Kirchner, Perú ya no tiene a O-llanta Humala a la cabeza, vienen elecciones en Chile, vienen elecciones en Colombia, elecciones en México, por lo tanto puede haber un cambio bastante importante en la presidencia de los  distintos países y esto va directamente relacionado con la Organización de Estados Americanos (OEA). Si yo salgo electo presidente de Chile mi postura será claramente distinta a la que tiene Michelle Bachelet y no voy a aceptar un Organismo como La Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre la Corte Suprema Chilena, porque eso atenta contra la soberanía de nuestro país, atenta contra cada uno de los chilenos que eligió un gobierno que tiene unas normas y una Constitución que los rigen. Nosotros no vamos a aceptar una supraconstitución a nivel Latinoamérica, por esto el Primer Congreso Hemisférico de Parlamentarios y la Declaración Americana sobre la Independencia y Autodeterminación de los pueblos en Asuntos relacionados con la Vida, la Familia y la Libertad Religiosa.    
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