La alimentación en las personas que viven con diabetes constituye un pilar importante, para con ella alcanzar y mantener los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre dentro de los límites deseados, y así prevenir o hacer más lenta la evolución de las complicaciones asociadas a ésta.
Una de las grandes preocupaciones de las personas que viven con algún tipo de diabetes es si por su condición tendrán llevar una alimentación especial y dejar de comer rico y disfrutar de la alimentación; la realidad es que no existe una “dieta para diabético”.
Lo ideal es llevar una alimentación saludable con las mismas recomendaciones que se hacen a la población en general salvo algunos detalles.
Los carbohidratos son el nutriente que mayor influencia tiene en los niveles de glucosa en la sangre, su consumo es indispensable, ya que son la principal fuente de energía de nuestro cuerpo. Las personas que viven con diabetes han perdido la capacidad de metabolizarlos correctamente y como consecuencia los niveles de glucosa, después de su consumo, tienden a ser más altos de lo normal, por lo que es importante lograr un balance entre la cantidad y el tipo de carbohidratos que se consumen, el tratamiento farmacológico (medicamento/ insulina) y la cantidad e intensidad de actividad física que se realice para lograr un adecuado control de la glucosa en la sangre.
¿DÓNDE ENCONTRAMOS CARBOHIDRATOS?
• Frutas
• Verduras
• Cereales y tubérculos
• Leche, yogurt y jocoque
• Leguminosas
• Azúcares refinados (cualquier tipo de azúcar o jarabe, bebidas, postres, pasteles, galletas, helados, nieves)
TIPS PARA CONTROLAR LA GLUCOSA
• Incluye al menos una verdura en tus comidas principales.
• Comienza tus comidas consumiendo verduras y/o proteínas antes que los alimentos con carbohidratos.
• Modera el tamaño de la porción de los alimentos con carbohidratos y distribúyelos durante el día en tres comidas, con una o dos colaciones, según sea necesario.
• Añade cereales de tipo integral (arroz, tortillas o tostadas de maíz, avena, pastas, pan de centeno). Y evita los refinados (arroz blanco, pan blanco, pasteles, pan de dulce, tortillas de harina)
• Toma agua natural o infusiones sin azúcar, y evita refrescos y bebidas azucaradas.
• Come fruta entera y evita los jugos (aunque sean naturales).
• Aprende a leer el etiquetado de los alimentos empacados.
• Los alimentos que llevan la leyenda “sin azúcar añadida”, no quiere decir sin carbohidratos.
Por Paola Alonso - Nutrióloga especialista en obesidad y educadora en diabetes
nutriologapaolaalonso@gmail.com
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