¿Ayunar? ¿No que teníamos que comer cinco veces al día para acelerar nuestro metabolismo? La ciencia de la medicina y la nutrición están siempre en constante evolución, y con ello vienen cambios. En los últimos años se ha puesto de moda el “ayuno intermitente” o bien, dejar de consumir alimentos por un periodo de tiempo más prolongado de lo normal, con la finalidad de bajar de peso.
La realidad es que ayunar no es sinónimo de bajar de peso, va mucho más allá de perder unos cuantos kilos. Y es que, en los últimos años, se han encontrado numerosos beneficios que tiene esta práctica, en especial para prevenir enfermedades metabólicas, como la resistencia a la insulina y la diabetes.La ciencia ha comprobado cinco beneficios de esta práctica.
[caption id="attachment_864181" align="aligncenter" width="1200"] AYUNO. La ciencia ha comprobado cinco beneficios de esta práctica. Foto: Especial[/caption]
- Activa la proteína de choque térmico en el cuerpo con propiedades antiinflamatorias y regenerativas. Este prótido es encargado de responder ante estímulos de estrés, como el estrés oxidativo, la falta de oxígeno y la degradación de proteínas. Cabe destacar que la proteína de choque térmico es capaz de reparar daños en nuestras células y también se ha asociado a una disminución en la resistencia a la insulina, en el caso de pacientes diabéticos.
- Promueve el proceso de la autofagia. Con este mecanismo natural, las células se deshacen de las proteínas y organelos dañados; es decir, se reparan y se regeneran de tal manera que se mantienen saludables. Esto se asocia al antienvejecimiento, reduce ciertas enfermedades y prolonga la esperanza de vida.
- Contribuye al aumento de la hormona adiponectina. Ésta se asocia a un menor peso corporal, porcentaje de grasa y resistencia a la insulina. Es secretada por el tejido adiposo (grasa) de nuestro cuerpo y participa en el metabolismo. El ayuno intermitente y la restricción calórica aumenta esta hormona.
- Reduce la inflamación celular. Al otorgar un descanso al cuerpo de estar trabajando en procesos como digestión y absorción, que se generan al comer, nuestro organismo tiene tiempo de repararse y con esto reducir la producción de sustancias proinflamatorias, como las citocinas.
- Puede resultar más fácil ayunar que hacer una dieta muy restringida. Los beneficios de reducir las calorías son similares en el ayuno intermitente y es una práctica más fácil de sostener para la mayoría de las personas. Además, es probable que una dieta muy baja en calorías no aporte los nutrientes necesarios para el organismo, mientras que el ayuno es simplemente restringir el tiempo en el que consumes alimento.
- La práctica más común es comer en un periodo de entre ocho y 10 horas y ayunar el resto del día, de 14 o 16 horas. Para empezar, puedes dejar pasar 12 horas entrecena y desayuno, y poco a poco ir aumentando el tiempo. ¡No es para todos! Por lo que debes asesorarte con tu nutriólogo de confianza.
POR MARIANA GODOY, NUTRIÓLOGA
abr