Se acerca el Día del Niño y los dulces, pasteles, jugos y golosinas serán el común denominador en todas las escuelas y, ¡claro que se vale por ser su día! Típico.
Ya nadie ve mal que a los niños se les ofrezca una cantidad de azúcar exorbitante, lo vemos como un premio, y los únicos realmente perjudicados son nuestros niños.
¿Crees que podríamos cambiar este enfoque por uno más saludable? La Organización Mundial de la Salud en un reporte de 2014 indicó que en el mundo el número de menores de cinco años que padecen sobrepeso aumentó de 32 millones en 1990, a 42 millones en 2013.
Es una enfermedad multifactorial, es decir, que intervienen varias causas como las psicológicas, la genética y el ambiente obesogénico, es decir, dulces, galletas y jugos de frutas.
Pero lo más importante es dejar de pensar que los niños rellenitos son más bonitos y más saludables, cuando la realidad es completamente lo contrario.
Los niños con exceso de grasa también están en un estado proinflamatorio, con este tejido adiposo produciendo agentes inflamatorios que desencadenan enfermedades como la diabetes, la hipertensión e hígado graso a muy temprana edad.
Algunos tips para hacer de este Día del Niño un día saludable son:
Cambia los juguitos por aguas frescas sin azúcar:
Jamaica con chía o limón con pepino son una gran
Haz versiones healthy de sus alimentos favoritos:
Cambia la mayonesa por aguacate, la crema por yogurt natural, el azúcar por stevia, chocolate con leche y azúcar por chocolate amargo, leche entera saborizada por un smoothie de fruta y leche descremada.
Promueve el movimiento:
Que festejen corriendo, jugando, montando en bicicleta en lugar que con videojuegos. Hemos dejado atrás los juegos como las escondidas y encantados por juegos que mantienen a nuestros niños sentados frente al televisor.
Manda un lunch saludable y que comparta con sus amigos:
Ponlo a dar el ejemplo de cómo comer más saludable, y sobre todo sé su mejor ejemplo.
POR MARIANO GODOY