Cocinar con flores es poco común, sin embargo, realmente delicioso, sobre todo al comprobar que las cosas saben a lo que huelen.
Muchas personas jamás han comido pétalos de rosa, no saben lo sorprendente que resulta el meterlos a la boca y descubrir que su olor es justamente su sabor.
Cada flor tiene un gusto específico y tienen diversos significados. No se usan las mismas flores para todas las ocasiones. Lo mismo sucede con los colores de cada una, no es igual regalar una rosa roja que una blanca.
Para este Día del Amor y la Amistad, intentemos crear juntos un menú hecho a base de flores, ya que al final, éstas son símbolo de afecto y fraternidad; y usando el tipo correcto y los colores indicados, podemos decir, sin palabras, lo que nuestro corazón siente.
Todos sabemos que las rosas rojas simbolizan pasión, así cuando usamos esta flor mandamos un mensaje a quien la entregamos. Mientras que las flores blancas nos hablan de la honestidad, pureza y amor infinito. Las naranjas nos refieren al entusiasmo, a la alegría y al deseo; las moradas, a la lealtad.
Por medio de la comida podemos expresar nuestros verdaderos sentimientos. Este 14 de febrero intentemos combinar las flores con la comida para transmitir a esas personas especiales lo que significan en nuestras vidas.
Por ejemplo, podemos tener dos postres iguales pero adornados de diferentes maneras ¿Notarían la diferencia? ¿Qué mensaje lanzaría cada preparación?
Las flores no sólo se utilizan para adornar, muchas veces son el ingrediente estrella del platillo como en una ensalada de flores con cangrejo. Es importante aclarar que deben ser comestibles y se tienen que desinfectar previamente, tal y como lo haríamos con la lechuga.
Recuerden que muchas veces es más fácil expresar con flores lo que las palabras no pueden y, por supuesto, mezclándolas con comida el resultado es sorprendente, ¡Feliz 14 de febrero!
Por Ana Martorell



