Hablar de Meroma es hablar de sustentabilidad, productores locales, amor y respeto por los ingredientes y sus sabores. Los responsables de este lugar, en el corazón de la colonia Roma, son Mercedes Bernal y Rodney Cusic, quienes, luego de explorar en restaurantes de Nueva York, Roma y Londres vuelven al origen en México.
Mercedes empezó a cocinar profesionalmente a los 18 años en el Internacional Culinary Center de Nueva York, en donde trabajó en el Café Boulud y en donde conoció a Rodney Cusic, su ahora esposo, socio y también chef.
De ahí se fueron a Roma, y después a Londres, en donde estuvieron en L’Atelier de Joel Robuchon alrededor de tres años. Regresaron a Nueva York para trabajar y seguir aprendiendo y tiempo después se fueron, pues Rodney tenía la tarea de abrir un restaurante en Jackson Hole, EU, donde tenía ganado propio y cientos de ingredientes locales y orgánicos alrededor; indispensables para hacer de su gastronomía una cocina muy comprometida con los cultivos y con todos los pasos que mantienen perfectos los productos, teniendo siempre como guía la temporada.
Mientras eso ocurría, Mercedes aprendía procesos artesanales en una panadería. Fue a partir de ahí que les surgió la idea de poner su propio restaurante, establecerse en un lugar y, así decidieron venir a México y comenzar la aventura de Meroma.
El concepto central consiste en la relación con pequeños agricultores - uno de sus principales proveedores es Yolcan, que a menor escala, los provee de ingredientes orgánicos y frescos provenientes principalmente de la zona chinampera de Xochimilco - y en entender muy bien el producto antes de procesarlo, para siempre ofrecer a sus comensales la mejor calidad en cada una de sus creaciones.
“Meroma es su producto”, afirma Mercedes, “por lo general tratamos de no procesar demasiado lo que nos llega. Buscamos prepararlo de una manera natural y creativa, por eso nos definimos como cocina contemporánea de producto local”.
El menú cambia constantemente, por lo que no siempre se imprimen los cambios en la carta, sin embargo, y de acuerdo con Rodney Cusic, “la esencia del platillo se queda. Se cambian algunos ingredientes, según lo que nos ofrezca el proveedor, pero las técnicas y la creatividad perdura. Como comensal nunca se tendrá la misma experiencia al venir a Meroma”, aseguró.
En este lugar se puede encontrar una variedad interesante de vinos accesibles pero no tan comerciales, esto para darle una visita completa al comensal, algo muy personal y familiar. Sencillo y novedoso.
A pesar de que el sello de Meroma es el producto local, concepto que actualmente está en tendencia, lo que los hace diferentes es que todos los días buscan tener una relación y entender mejor a los pequeños productores, para así crear platillos emotivos y con sabores que explotan al máximo lo natural: “Tratamos de tener el mejor producto local, al más cercano, natural y sustentable”, dijo Mercedes. “Buscamos que el producto al ser cosechado o criado, en el caso de la proteína, haya tenido un proceso natural, sin pesticidas o agroquímicos. Que no sean de criaderos”, complementó Rodney.
Meroma es diferente porque ofrece una experiencia completa, desde variedad en cocteles, hasta una terraza, el bar o el salón, cosa que hace que puedas disfrutar de varios escenarios en un mismo lugar sofisticado y refinado, pero al mismo tiempo agradable y familiar. “Sin duda Meroma es un sitio en donde mi mamá, mi esposo y yo estamos muy involucrados”, finalizó Mercedes.
https://www.youtube.com/watch?v=IyTHh0fL8Rw

Por Cristina Mieres y Rafaela Kassian