Las plagas representan uno de los mayores daños que las plantas pueden sufrir, tanto las de interior como las que se encuentran en el jardín. Y por más que tengamos un mayúsculo cuidado, en ocasiones la situación nos excede y se terminan perjudicando las hojas, el tallo e incluso el fruto. Y para solucionar este inconveniente podremos acudir a una prestigiosa bebida alcohólica: el vino.
Es que este derivado de la uva cuenta con una graduación alcohólica crucial para luchar contra los pequeños insectos. Por lo tanto, además de beberla para pasar un buen rato o incorporarla a la elaboración de platos gastronómicos, será un elemento crucial para evitar el ataque a las plantas del jardín. Es por ello que hoy te explicaremos cómo utilizar esta técnica y aplicarla a la jardinería.
El procedimiento es sencillo y solo tendrás que contar con vino tinto (no importa la variedad y el valor del mismo), por lo que podrás ocupar cualquier resto que te haya quedado en una botella sin beber. El primer paso consistirá en vaciar un cuarto de vaso de esta bebida sobre la maceta y con el paso de los días notaremos cómo las plagas de gusanos se exterminarán.
Además, no solo quedarán muertos, sino que también podremos atraparlos con facilidad, si es que algunos insectos sobrevivieron. Aunque, es menester decir que, según expertos, este truco solo tendremos que aplicarlo esporádicamente y cuando veamos que las plagas están atacando a las plantas del parque o del interior.
Además, el vino también ayudará en el crecimiento de las plantas del jardín, por lo que no solo lo usaremos para combatir plagas. En un litro de agua vaciaremos una copa de vino, mezclaremos hasta obtener una solución homogénea y regaremos las especies plantas como de costumbre. Este procedimiento tendrá que hacerse anualmente durante el verano.