El estrés, según recientes investigaciones, puede ser un enemigo fundamental al momento de desarrollar masa muscular luego de hacer ejercicio. Eruditos sostienen que es fundamental controlar los niveles de cortisol (hormona que se libera como respuesta ante situaciones estresantes) para poder incrementar músculo porque, caso contrario, la hipertrofia encontrará un obstáculo.
En consecuencia, hay que evitar el síndrome de sobreentrenamiento ya que perjudicará el progreso físico, más allá de que pensemos que el constante ejercicio solo podrá beneficiarnos. Lo cierto es que los mismos expertos consideran fundamental llevar a cabo algunas prácticas para evitar el estrés al momento de entrenar. Específicamente habrá que respetar los descansos entre cada actividad física, más todavía si se tratan de esfuerzos intensos.
La recuperación de la masa muscular también dependerá de la alimentación. En este sentido, se sugiere consumir pescados grasos en sustitución de carnes. Además, la dieta sana deberá contar con frutos secos y vitamina C, debido a que se logrará prevenir el estrés muscular en exceso. Por otro lado, los mismos especialistas sostienen que la cafeína en grandes cantidades elevará los niveles de cortisol.
En esta misma línea, la cantidad y la calidad del sueño es fundamental en el rendimiento físico, antes y después de realizar ejercicio. En consecuencia, el descanso nocturno de manera óptima nos permitirá desarrollar masa muscular. En este contexto, no es lo mismo dormir 5 horas y entrenar que hacerlo luego de descansar las 8 horas diarias recomendadas. Además, los deportistas de alto rendimiento necesitan entre 9 y 10 horas de sueño nocturno.

Por lo tanto, el estrés será uno de los principales obstáculos al momento de lograr grandes resultados físicos, especialmente en el desarrollo de la masa muscular. Siguiendo esta línea, especialistas de la Universidad de California revelaron que la secreción de cortisol incrementará la grasa corporal, especialmente en mujeres. En consecuencia, si se busca bajar de peso, se deberán redoblar los esfuerzos, corriendo riesgos de lesiones en el ejercicio o de sobreentrenamientos que liberen más cortisol, formándose un círculo vicioso.
