La diabetes es una enfermedad caracterizada por el alto nivel de azúcar en sangre que debe ser controlado para que el organismo no sufra drásticas consecuencias. Por lo tanto, especialistas sugieren consolidar buenos hábitos alimenticios y realizar deporte con frecuencia, logrando así que la glucemia no altere la salud. Y uno de los principales ejes en donde el diabético debe poner énfasis es en lograr un nivel óptimo antes de dormir.
En este contexto, es vital cuidar el índice glucémico de los alimentos que consumimos a lo largo del día y que causará que la glucemia se presente en altos números antes de dormir, enfrentándose a importantes consecuencias. Aunque lo cierto también es que se riguroso control no solo se deberá realizar antes de ir a la cama, sino también antes de cada comida, comprobando que la dieta sana o la ingesta de malos alimentos está repercutiendo en la diabetes.
Especialistas han confirmado en diferentes ocasiones que además de chequear los niveles de glucemia en almuerzo y cena y también antes de dormir, habrá que poner énfasis en el control de la glucosa en sangre antes y después de hacer ejercicio, ya que el diabético deberá desarrollar ejercicios físicos 5 veces a la semana.
Además, en caso de que el paciente coma en exceso, ya sea al medio día o a la noche, también tendrá que llevar un parámetro del nivel de azúcar en sangre, independientemente si se trate de diabetes 1 o diabetes tipo 2. Por otro lado, cuando la persona se sienta enferma o esté sometida a situaciones de estrés, también tendrá que controlar la glucemia.
Según especialistas, los índices de glucemia de los menores de 6 años debe ser entre 110 a 200 mg/dL; los niños de 6 a 2 años de 100 a 180 mg/dL y los niños y adolescentes que tengan de 13 a 19 años deberá ser de 90 a 150 mg/dL. Esta última medida también debe regir para cuando los mayores que tengan más de 20 años de edad se marchen a dormir.